Sueños
La mochila, llena de libros recién plastificados y material escolar. Los sueños de ese niño en formato «para llevar».
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El Jurado del I Concurso de Greguerías Contemporáneas ha elegido a los ganadores de su primera edición.
Una convocatoria esencialmente lúdica y participativa en torno a este género breve que se ha desarrollado totalmente a través de la página clubdeescritura.com, en la que se han presentado 465 originales, con más de 32.000 votaciones populares y casi 300.000 lecturas de las obras a concurso.
El primer premio, dotado con 500 euros en metálico, ha recaído en la greguería:
De la que es autor Miguel Santolaya.
Excelente greguería con magníficas relaciones fonéticas y visuales llenas de humorismo.
Podéis acceder aquí al acta completa de los premiados y de las greguerías que merecieron una mención con comentarios del jurado:
Accede aquí al acta del jurado
A titulo informativo os diremos que premiar una greguería no ha sido tarea fácil: no todas las presentadas son greguerías (y buena parte de las más votadas, de hecho, no lo eran). Nos hemos encontrado aforismos, definiciones, versos (algunos bastante arrebatados), poemas visuales… De todo, y muchos muy buenos. Pero –en comparación- menos greguerías de las que cabría esperarse. Afinaremos más en la próxima edición, sin duda.
El equipo de la Fundación Escritura(s) que promueve los concursos que se desarrollan en el club de escritura quiere dar la enhorabuena a los premiados y agradecer a todos su participación y colaboración.
La mochila, llena de libros recién plastificados y material escolar. Los sueños de ese niño en formato «para llevar».
Los girasoles persiguen al sol hasta conseguir dejar tras de sí el lastre que supone cargar con tantas bolsitas de pipas.
El ego no deja ver el bosque.
La heredera de la Corona es su Alteza, la República.
¡¡Prostituta!!: Pequeño centro de recreación móvil; con horario, ofertas y precios ajustables.
Normalidad es el concepto acampanado del científico Gauss en donde la medida de la tendencia central se esfumó.
WhatsApp, bendita catarsis cibernética; basta con colocar en tu estado “fuera de este mundo” para que crean que estás más cerca de Júpiter que de la Tierra y cual enanitos verdes, viajen de incógnito a explorar los misterios de tu planeta.
Muchos son los dormidos, pero aún dormidos se aperciben de que alguien ha despertado, se levantan y lo matan. ¿Por qué?
Decidió abreviar y apostó por lo infinito.
Padre nuestro que estas en los cielos, BAJA!
No es ninguna broma que los aseos de las bibliotecas se llamen letrinas.
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