-Abuelo, ¿a quién me parezco yo?
-Tú te pareces a mi bisnieto Jacinto.
– ¿A mi tío Jacinto?
-No, a mi bisnieto Jacinto, tu biopadre.
-Pero mi papá es Manuel, no Jacinto.
-Si, tú papá es Manuel, pero tú te pareces a tu biopadre que es Jacinto.
– ¿Y tú eres el abuelo de Jacinto?
-No, yo soy el bisabuelo de Jacinto, su mamá es Ambrosía, mi nieta, y su abuelo es Epsilón, mi hijo.
-La abuela Ambrosía es muy guapa.
-Si, muy guapa, desde pequeña quiso ser actriz y estaba obsesionada con una antigua actriz terrícola que se llamaba Scarlett Johanson y no paró de hacerse cirugías hasta quedar idéntica a Scarlett.
– ¿Y mamá?, ¿A quién se parece mi mamá?
-Mamá es igual que sus dos hermanas, las tres son trillizas. Su material genético lo cogieron de la nieta de Lurdes, la señora que vende las cargas de hidrógeno para los aerocoches, y ¿por qué pincharon a Pepita la nieta de Lurdes para sacarle unas gotitas de sangre para ponerlas en una probeta y que tu abuela Conchi tuviera a tu mamá?, porque en ese momento en la colonia marciana eran pocos y con poca variabilidad genética. El hijo de Lurdes había emigrado a la Luna a trabajar en las minas y allí se había unido a la manera bio con una terrícola muy guapa, de África, donde hay jirafas, y tuvieron a Pepita que tenía un material genético muy bueno. En unas vacaciones que pasaron Pepita y sus papás en Marte, Lurdes, que era muy amiga de tu abuela Conchi, y sabía que quería ser mamá, lo organizó todo. A los padres de Pepita no les importó que le pincharan un poquito en la oreja para que Conchi tuviera hijas idénticas a Pepita, hubo algún problemilla con las autoridades sanitarias por nosequé tema de endogamia latente, pero como el padre de Jacinto pudo arreglarlo y firmaron todos los papeles y a los nueve meses Conchi tuvo a tu mamá y a tus dos tías.
– ¿Y Lurdes y tú erais amigos?
– Lurdes era amiga de Artermisa, que era mi mujer y tu abuela chozna. Después de divorciarnos, Lurdes y Artemisa se fueron a vivir juntas.
-Amancio, estás aburriendo a la niña.
-Cállate Epsilón, Algún día alguien tendrá que contarle las cosas, ¿no?, que ya tiene edad de saber de dónde viene.
-Abuelo…
-No soy tu abuelo…
– ¿Dónde están las hermanas de mamá?
-Tus tías están una en la Tierra y la otra se fue al otro lado de Marte.
– ¿Por qué?
-Morgana se fue a la Tierra, se alistó en EarthBioCleanAndRecovery pero la contaminación que ha absorbido es tan alta que ya no le permiten salir de allí. Ginebra está al otro lado de Marte, tuvo una relación con un ciborg 68% que se llamaba Kalhamaro, pero no pudo acostumbrarse a un hombre máquina y acabó marchándose, dicen que las relaciones con ciborgs por encima del 35% no son viables.
– ¿Por qué Manuel no es mi padre?
-Manuel es tú papá porque Manuel está casado con mamá y te quiere y te cuida, pero tu biopadre es Jacinto. Los oficiales de reproducción dijeron que Manuel no era genéticamente adecuado para tener hijos, y Jacinto aportó los genes para que tu madre te tuviera a ti.
– ¿Y por eso eres tú mi abuelo?
-Yo no soy tu abuelo, soy el abuelo de tu bioabuela Ambrosía, la mamá de Jacinto.
– ¿Pepita es la niña de la foto de la chimenea?
-Si, eso es, la niña que está con unos perros que es como tu mamá pero que lleva el pelo como en la Luna.
-Pero Kalami vino en una nave espacial. Me lo contó un día Manuel, me contó que el bisabuelo Gabi había sido un marciano muy importante que había explorado el polo marciano y me contó cosas del abuelo Kalami.
-Kalami había pasado muchos años de exploración fuera del sistema solar y conoció a tu abuela Ambrosía en comunicación cuántica, estuvieron hablando así muchos meses y al día siguiente de bajar de la nave se unieron, Ambrosía tuvo un embarazo tradicional en lugar de útero artificial y fue espectacular verla engordar hasta que nació Jacinto.
– ¿Y dónde está Kalami?
-Después de nacer Jacinto estuvo casi medio año marciano con ellos, pero enseguida se puso melancólico, echaba de menos las estrellas, la larga noche espacial, y la vida errante del viajero galáctico, les pasa a muchos, así que un tiempo después de nacer Jacinto pidió embarcarse de nuevo y ya no hemos sabido de él.
– ¿Y Lurdes es mi abuela?
-No, Lurdes es la abuela de Pepita, que es un poco tu bioabuela, pero tu abuela abuela es Conchi.
-Cuando voy con mamá a recargar el aerocoche siempre me da chuches.
-Claro, porque te quiere mucho y le recuerdas a su hijo Marilyn, el padre de Pepita, que murió por exposición a la atmosfera lunar en un accidente durante un alunizaje cuando tú tenías tres años.
-Abuelo, ¿por qué mi mamá no me cuenta estas cosas?
-Tú madre intentó aumentar su capacidad neuronal hace años, pero la intervención fue mal y perdió parte de la memoria, por eso no puede contarte algunas cosas. ¿Y yo?, yo no soy tu abuelo, en todo caso tu abuelo chozno o trastatarabuelo… pero ya ni eso tampoco, porque mi cuerpo físico murió hace cincuenta años y desde entonces no soy más que el acopio de imágenes, recuerdos, videos, fotos, rastros de trámites oficiales, papeles, escritos personales y profesionales, interconexiones con bases de datos, rastro de conversaciones y recuerdos de familiares y conocidos. Ese acopio que la familia tiene interés en conservar, convenientemente procesado con alta capacidad de reconstrucción y humanización simulada con el programa KeepEmWitUs 5.4.1… pues eso soy yo, este holograma y esta voz que suena a señor viejito que estará aquí siempre para contestar a todas tus preguntas, mi querida niña Debojka.
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