Las personas le temen a las cosas que no existen.
El miedo nos hace sentir que la situación frente a nosotros es grande y no podemos contra eso, solemos sentir una sensacion de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario pensando que si intentamos una mínima cosa saldremos perdiendo de todos modos, Un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea.
Eso es exactamente lo que pasa frente a mis ojos.
Victoria.
-acaso no te advertí que tuvieras cuidado?- exclama con burla mientras sostiene su bandeja de comida con la mano derecha y la izquierda descansA en su cintura.
No, no me está hablando a mí. Desafortunadamente le está hablando a su ya no tan querida amiga Lilibeth que se encuentra en el suelo con su almuerzo esparcido a su lado.
Victoria la empujó a propósito.
No sé exactamente qué ocurrió entre ellas pero por los rumores que andan parece ser que Lilibeth quiso jugarle sucio a Victoria en su última fiesta del sábado, y en ese juego está involucrado un chico.
No me molesto en prestarles atención, en cambio, me giro en mi asiento para quedar de frente a Chloe que mira la escena y rueda los ojos.
Le sonrío.
– siempre es lo mismo- comento sin perder mi sonrisa, apenas moviendo los labios.
-dale créditos… sin ella esto sería aburrido- afirma llevándose su taza de café a la boca.
Ellas están justo detrás de mi.
Escuchamos el tan famoso sonido de asombro seguido por un gemido lastimero, lo que me lleva a girar de nuevo en mi asiento para encontrarme con la comida de Victoria en el perfecto e hidratado pelo de Lilibeth.
Qué lastima.
-maldita loca- murmura Chloe sin despegar su boca de la taza, pero ella logra oírla y le dirige una mirada asesina antes de girarse con su manada detrás de ella.
Están a punto de marcharse cuando Victoria gira nuevamente hacia Lilibeth.
-de ahora en adelante quítate del medio cuando camino- le advierte antes de girarse y salir moviendo sus caderas.
Suspiro
Sé que lo hace a propósito. De todos los lugares, ella elige precisamente la cafetería para llamar la atención de todos. Quiere que le dé un motivo para iniciar una guerra conmigo y si me entrometo será como una respuesta para ella y yo no estoy dispuesta a iniciar esa guerra porque sé que no saldré del todo ilesa. En general juzgamos cuan bueno o malo es un acto dependiendo principalmente de si hay mala intención.
Giro otra vez hacia Chloe y esta vez esta tecleando algo en su teléfono, eso me recuerda a que oí a la profesora decir que Chloe se iría de viaje el próximo mes.
-escuche que te vas de viaje- interrogo hechando mi pelo hacia atrás y cruzando mis piernas -no te da vergüenza no habermelo dicho antes?- cuestiono con fingida molestia.
Ella sonríe.
-te lo iba a decir pero no me ibas a hacer una fiesta de despedida, así que pensé que no era necesario- es su respuesta.
-porque pensaste eso?- indago arcando una eja.
-el que? qué no me harías una fiesta?- cuestiona terminando su café con leche. Ruedo los ojos.
-claro que no. El hecho de creer que no era necesario decirlo- respondo. Ella alza sus hombros en señal de tampoco saberlo.
Achico los ojos.
Esto me da mala espina. Chloe tiene un padre bastante estricto que la obliga a cumplir con las tradiciones de la familia, el siempre le está recordando que debe casarse con el hijo de su accionista mayoritario que en este momento está viviendo en Canadá y además de eso quiere que todo el proceso del compromiso se haga este año.
Abro la boca para decir algo pero ella me corta.
-ya déjalo Ximena- habla con pesar -sabemos que solo tengo dos opciones, casarme o vivir el resto de mi vida en la pobreza -continua- y no estoy dispuesta a eso…no quiero terminar como mamá- murmura lo último.
Y no puedo evitar sentir esta tristeza que produce el ver sufrir a alguien y que impulsa a aliviar su dolor, a remediarlo o a evitarlo, se le llama compasión. Y ya se que es malo pero no puedo evitarlo, Chloe es como la hermana que nunca tuve y no me gusta verla así.
Alguien se para a mi lado y casi adivino de quien se trata cuando Chloe chilla algo inentendible. Alzo mi vista hacia ella y de inmediato niego con mi cabeza.
Lilibeth está ahí y lo peor de todo es que sé que es lo que quiere.
-Ximena por favor, sabes que me comerán viva- interrumpe claramente desesperada. Pero yo no puedo, no debo ayudarla. Sus ojos empiezan a humedecerse y me obligo a apartar la vista.
Alzo mi barbilla y cruso mis brazos por debajo de mis pechos con seguridad.
– vete de aquí, eso no va a pasar- afirmo decidida. Ella suspira con pesar y mira hacia los lados, está a punto de llorar.
-por favor Ximena, que voy hacer?- masculle y suelta un sollozo. Me pongo de pie lista para irme, Chloe me imita sosteniendo su bolso.
-Ximena…- comienza, pero ya me estoy alejando.
Camino por los pasillos del instituto con Chloe a mi lado y todos se mueven mientras cruzo. No lo hacen por miedo, o talvez sí, pero me gusta pensar que lo hacen porque creen que soy la octava maravilla del mundo.
Creída
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