Este es un viaje de caminos: acostumbrado, desde hace ya tiempo, a llegar a un sitio y quedarme, hacer un viaje donde eliges el camino como destino te llena de placer y de ganas de seguir caminando.
Y si el camino que eliges ni siquiera sabes a dónde te lleva, ni siquiera si te llevará a algún sitio, el placer se multiplica. Eres como un niño investigando rutas. Y así ha sido este viaje, como una peregrinación sin ídolo a quién llegar a besar. Una peregrinación al aire, una peregrinación porque sí.
COLLIURE
(Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
Se hace camino al andar…)
Por fin te vi descansar
al final de un camino que alguien no quiere que acabe.
¡No sabe que tú fuiste el camino!,
y que contigo se agotó esa senda
que nunca hemos de volver a pisar.
¿Por qué ese afán de banderas?
Crucifijo de colores. Estampa de virgen en tela.
¿Por qué ese afán de banderas?
¿Por qué sustraer su sitio
a geranios y poetas?
PORTBOU
Por aquí siguió sangrando España
después de la gran sangría.
Tristezas y añoranzas en cada átomo
de arena.
Lágrimas de despedida
y de derrota,
camino de exilio.
Ahora lo andamos para volver.
Entonces lo hicieron para morir.
CADAQUÉS
Allí estaban,
como esperándome,
riendo como huevos duros lo que no valdría ni para huevos fritos.
Arriba y abajo, para ti el más alto, no sea que alguien
no te vea.
Siempre me pregunté
por qué elegiste este rincón para dibujar tu adiós.
Y he tenido que estar para entenderlo:
nadie podía pasar a verte
con la excusa de ir de paso.
Tú sabías que el que fuera
lo haría como peregrino
de tu genio,
y eso hacía que tu bigote
creciera, erecto, y erecto
se mantuviera tu ego.
L’ESCALA
(BUSCANDO EL FONDO)
Con ese afán de pisar donde tú pisaste,
con ese afán de encontrar
el fondo de un mar que sirvió de cuna
al arte
fui buscando por donde tú pisabas
las tardes claras de olor a limón mediterráneo.
Y hasta allí llegué,
hasta donde la roca dura
permitió apoyar mi pie,
fuera ya de todo tiempo,
de cualquier deseo, de cualquier querer.
(MONUMENTO A LA PIEDRA EN L’ESCALA)
Busca el artista
la figura en la piedra. Esculpe.
Pero aquí es la piedra la figura misma,
nunca visto, monumento dedicado
a la roca, guardián de las formas, sin forma,
hecha un nudo con su historia,
y un poeta la canta
invocando al sol naciente,
“noble cabeza humillada”,
dice el poeta, sin ver la arrogancia
con que la piedra muestra
la figura que esconde en su cabeza
el escultor que aún no la ha encontrado.
Ella, la piedra… espera.
(COMPARTIENDO ASIENTO EN L’ESCALA…)
Concierto silencioso con el mar de fondo.
Compartiendo asiento…, aquí reconocí quién era,
entre instrumentos de viento y de cuerda.
El mar… para unos, amigo.
Tortura para otras.
Espera eterna… cada mañana te asomas.
Nadie llega. Sólo el sol.
AMPURIAS
Antes de que el tiempo
existiera
ya vosotros colocabais piedras sobre piedras.
Antes de que el tiempo
existiera
ya estabais vosotros cantando al tiempo.
Cómo añoro a vuestros dioses,
tan humanos, tan paganos.
Discutiendo si esto, si aquello,
si musulmanes o francos,
si vikingos o normandos,
si reinos o condados…
y resulta que al final todos somos
griegos y romanos.
SANT PERE PESCADOR
Aún queda arena blanca sin pisar.
Vuelan las cometas arrastrando sueños sobre las olas,
alzando al cielo los caprichos del viento.
Ellos, los kitesurfistas, creen que le ordenan
a donde tiene que ir.
Pero el viento ríe y sopla, empuja y jala
y su risa contagia al mar
que borda con espuma cada ola,
y también empuja, y también jala.
Y a mí, que también quise volar,
me dijo el viento al oído,
al ver que abría los brazos
e intentaba planear:
“Tus brazos, sólo para abrazar.
Para volar, recógelos y sueña:
que sólo un loco puede volar
con los ojos abiertos, atado a una tela.»
(TU SOMBRA…)
(En Sant Pere Pescador, que no Mártir. Más activo Pescador que Mártir)
Por entre la arena vi tu sombra avanzar.
Parecía la de una águila
dispuesta a atacarme.
Se cruzaban los caminos de arena,
efímeros bajo tus pies,
dunas a escala de vidas,
y a cada paso que dábamos
un camino se cortaba
y otro empezaba a andar.
(… Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.)
(Homenaje a Antonio Machado)
FIN
(VIAJE POR LA COSTA BRAVA (agosto de 2015))
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