Buenos Aires fue mi obsesión, mi anhelo, mi sueño, mi deseo ardiente de conocerla desde mi juventud; pues la pasión por el fútbol como por el tango, heredadas tanto de mi padre como del tío Hoover, sentimentalmente siempre jalonan mi corazón.
Cuando en 1968, el conductor del programa radial, “El Tango”, en Cali, Néstor Arturo Parra, avezado tangófilo/tangómano, permitióme por los micrófonos de La Radio Libertador, recitar, circundando los 18 años, mi poema homenaje a Carlos Gardel, aquel 24 de junio; [“Nació en Toulouse Francia, país que a todos ilumina; pero Gardel desde su infancia, se enamoró de la Argentina,…”] me fijé como meta, que viajar hasta Buenos Aires, sería un logro a cumplir a la mayor brevedad, [con permiso de La Sabia Vida] pues me veía, [“paseando por la calle caminito en el barrio de la Boca”], cantando, bailando como recitando en medio de ella, tanto inspirado como emocionado, la letra de La Cumparsita, que hizo famosa el cantor uruguayo Julio Sosa, “Por qué Canto Así”.
[“Pido permiso señores, este tango… este tango habla por mí…]”
Su letra me identifica, me personifica, hace hervir mi sangre de sentimiento, de pasión, de vida,…
[“y mi voz entre sus sones dirá, dirá por qué canto así…]”
De cuerpo presente allí, mi voz, emergió potente, irradiando los cielos gauchos…
[“porque cuando pibe, porque cuando pibe me acunaba en tangos la canción materna pa’llamar el sueño…]”
Ciertamente recitando ante aquella multitud ajena, evoqué mi infancia; aquel nuestro propio campo de fútbol, que tanto disfrutamos con los primos, con los tíos, con los compañeritos/vecinos; delante mismo de la casa paterna, entre las fincas del abuelo y de mi padre…
Reedité igual mis primeras poesías declamadas en familia,…
-[“¿Qué cómo fue señora?, como son las cosas cuando son del alma! Ella era muy linda, y yo la quería y ella me adoraba…”]-
Así proseguí inspirado,…
[“y escuché el rezongo de los bandoneones bajo el emparrado de mi patio viejo,…]”
Fueron llegando aunados recuerdos, sentimientos, vivencias inolvidables…
[“porque vi el desfile de las inclemencias con mis pobres ojos llorosos y abiertos y en la triste pieza de mis buenos viejos cantó la pobreza su canción de invierno…]”
-¿Quién es?, empezaban a preguntar
-No lo sabemos
[“y yo me hice en tangos, me fui modelando en barro, en miseria, en las amarguras que da la pobreza, en llantos de madre, en la rebeldía del que es fuerte y tiene que cruzar los brazos cuando el hambre viene…]”
-No es argentino
-No, no tiene nuestro acento
-Pero tiene su pinta, además su tremendo vozarrón
[“y yo me hice en tangos porque… ¡porque el tango es macho! ¡porque el tango es fuerte! tiene olor a vida… tiene gusto… a muerte…]”
-Me encanta su fuerza, arrasa con su poder
-La verdad que cautiva
[“porque quise mucho y porque me engañaron y pasé la vida masticando sueños; porque soy un árbol que nunca dio frutos, porque soy un perro que no tiene dueño…]”
-Domina el arte con su garbo
-Sus ademanes atrapan
-Pero su voz atrapa más
[“porque tengo odios que nunca los digo, porque cuando quiero, aaahhhhh, porque cuando quiero me desangro en besos,…]”
-¡Ché, qué porte tenés!
-¡Dadme esos besos a mí!
[“porque quise mucho y no me han querido; por eso, canto, tan triste… ¡por eso!]”.
-¡Ché, la sacaste de la Bombonera!
Los aplausos no pararon. El círculo de personas delirantes que me rodeaba, allí en medio del festival de danza; quienes deseaban tocarme, acercarse, palparme, saber que era real, mirarme a los ojos, era tanto impresionante como emocionante.
Porque lo viví, lo creí.
-Ché, ¿de dónde venís?
-¿Quién sós?
-Te contrato para mi boliche esta noche
-Soy Caleño, Colombiano, les certifiqué.
-¿Venís de la tierra de la salsa?
-Ciertamente, de la tierra de la salsa, “donde nuestras mujeres [Caleñas] son como las flores”, como cantó Piper Pimienta.
Aquella noche terminé en el boliche de Juan Delménico, rodeado de numerosos nuevos amigos/amigas, en mi primer día, en la tierra de Gardel [Junio 1986].
Lo hice así durante veintiuna noches continuas.
Repetir la recitada de “Por qué canto así”; y poder cantarles a los propios Argentinos, “El día que me quieras”, “Volver”, “Caminito”, “Por una cabeza”, “Mano a mano”, “Tomo y obligo”, “Mi Buenos Aires Querido”; la temática que lo inmortalizó al “Zorzal Criollo”; a lo Caleño, a lo Colombiano; logró de mi estadía feliz en y por el caminar del Río de la Plata; una vivencia incomparable, un sueño de viaje, absolutamente cumplido.
La noche final de mi despedida, el boliche de Juan estuvo “hasta las banderas”. Me habían publicitado entre toda la vecindad.
Lo que allí sucedió, esculpió mi historia como aquel improvisado “Gardel”; porque con la cadencia de mi voz junto a su potencia, pude ganarles el corazón a ellos/ellas, fundiendo las dos naciones “en una”, cuando logré dedicarles de Los Visconti, desde toda mi alma, el “Paisaje Colombiano”:
[“Colombia tropical nación hermana, jardín de nuestra América del Sur, tu cantas entre ríos y montañas, te riega el Cauca sueña el Sinú. Coronan dos océanos tus frentes, tus selvas tus llanuras pinta el sol, paisaje de mi amor tierra caliente, de mi Argentina toma esta flor”]
-“¡Colombia,… Colombia,… Colombia!”
-“¡Argentina,… Argentina,… Argentina!”
El éxtasis nos embriagó a todos de, “música, baile, canciones, recitales”.
[“Soñando entre esas flores que cultivas, Colombia quiero amarte y no partir, no en vano al Medellín de tus orquídeas, Gardel mi hermano vino a morir; no en vano al Medellín de tus orquídeas, Gardel mi hermano vino a morir”]
La Vida Bella, ciertamente se puede vivir solo una vez,…
[“y al decirte mi adiós al partir, Oh Colombia del claro fulgor, yo me llevo el amor que en tus playas viví y te dejo mi fiel corazón”]
Cada vez que la Sabia Vida así me lo permite, repetir de nuevo este profundo sentimiento ciudadano; provoco que “el gato maula”, le cuelgue un gol de visitante a las destellantes luces Bonaerenses. FIN.
(CALLE CAMINITO EN EL BARRIO DE LA BOCA, BUENOS AIRES, ARGENTINA)
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