Un paseo por el campo
Salí
junto a mi perro hacia el sendero que desciende por el barranco
hasta la rambla, caminos rurales en los montes, entre casas
esparcidas casi al azar, seguía caminando , iba a llegar pronto a
donde me había propuesto, un lugar que ya conocía, no era como
siempre, habían pasado cuarenta años y en el lugar algo siempre
ocurría, daba vueltas por los sitios de siempre y descubría algo
nuevo e interesante, que me alegraba por unos segundos, no creo en la
espontaneidad del hecho, ni el accidente revelador, sabía que todo
hay que estudiarlo y trabajar, no era difícil en soledad ocuparte de
lo que más te atrajera, pero aquel día era una obligación, el
clima de verano y la necesidad que en aquellos días de temperaturas
extremas se desataba, no me quedaban opciones para sobrevivir, así
que fui por quinta vez a ver como estaba el manantial secreto de este
paraje, ya me había explicado el ultimo habitante del lugar, un
sabio rural que estudiaba como cuidar el nacimiento de agua, cómo
eran las minas de agua señaladas, donde el agua brota y se retiene
bajo una bóveda de piedra en forma de cañón, el agua se mantiene
intacta y fresca, es el secreto mágico que guarda este manantial.
Observe
aquel rincón arbolado y la puertecita en forma de arco, tras la cual está el túnel de agua, me senté con Blanc el perro que me acompaña,en la huerta, unos minutos valen tanto aquí, después recogimos unas cerezas blancas de un árbol abandonadas y seguimos el camino hasta encontrar un nuevo sendero, pero esta puede ser otra historia.
21-junio-2016
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