Pan de mi casa

Pan de mi casa

Mariana

26/08/2023

Solo queda harina, sal, levadura y un poco de aceite. Las manos tibias, blanquecinas y con rústicos surcos se preparan para tomar los ingredientes y colocarlos en un viejo bols verde que siempre se guarda debajo de la mesada.

Quedan unas horas para la cena y el pan calentito no puede faltar.

La harina, la sal, la levadura y el aceite se mezclan sin censura arrojando el perfume de la oliva y de notas afrutadas que comienzan a invadir la cocina. 

Luego de unos apacibles minutos de espera arropado en un paño limpio,  el bollo de la masa se eleva derrumbandose por la mesada.

Qué sensación de placer, ver crecer la masa.

Ya es tiempo del horno. La brocha preparada para darle el toque especial en la horneada. El aroma invade la casa, los vecinos asoman sus narices por la ventana que da a la calle, respetando el tiempo de cocción. 

Todos se enteran que falta poco para el pan calentito, crujido, dorado, listo para poner en la mesa. 

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