El pan de la viuda, el único sustento

Elías, considerado uno de los mejores soldados de la antigua Grecia, quien se encontraba combatiendo desde muy joven debido a la fuerte guerra que se presentaba entre los vecinos países, este y muchos hombres fueron llevados a cumplir la misión de mantener en pie a su territorio. Elías conocido como el único hijo varón de un matrimonio cristiano; es despojado de su hogar para defender su patria, entre guerra y guerra, Elías se ve obligado a esconderse en el occidente en donde permanece por varios días en una isla desolada, solo se alimenta del agua del rio y de las aves que puede casar, un día elías encuentra un cuervo herido y decide ayudarlo y alimentarlo con algunas sobras de fruta que recolectó para alimentarse por algunos días, esta acción de proteger al cuervo se mantiene por un par de días. Gracias al gran favor del muchacho, el cuervo le trae todos los días un trozo de pan a elías para que pudiera saciar su hambre cuando ya no tiene nada de reserva, el cuervo le lleva pan dulce por las mañas y pan salado por las tardes, panes de diferentes formas, panes calientes; como si estuvieran recién sacados del horno, pan con forma de paloma, pan con forma de corazón, pan con forma de piedra, panes de muchas formas y su masa es de diferentes texturas.

Esta acción se repite casi por un mes, pero luego el cuervo deja de visitar a elías, el muchacho al notar su ausencia decide caminar un poco al alrededor de la isla por si lo encuentra, después de una calurosa búsqueda elías desiste y decide regresar nuevamente a defender su territorio y encontrar comida para saciar su hambre.

Elías camina por más de tres horas, con miedo, descalzo, con su vestidura de remendada y muy hambriento, en su cara se refleja el cansancio, el agotamiento y como si fuera poco sin ganas de luchar, ha pensado en esconderse. A lo lejos, mira y se percata de una casita vieja, de la cual salía humo de la chimenea y también se observa un gran poso, elías llega hasta allí y nota la presencia de una mujer viuda, la cual esta despeinada, cabizbaja; sus manos estaban desgastadas como si hubiese amasado miles y miles de toneladas de harina, sus dedos estaban quemados; como si hubiese tocado las bandejas del horno cuando aún estaban caliente. Elías le ruega, que por favor sacie su sed y su hambre, esta mujer toma un vaso de agua y se lo da sin ni siquiera pregúntale: ¿Quién eres? O ¿De dónde viene?, al beber el vaso de agua elías le suplica que por favor lo alimente con pan así como lo hacía aquel cuervo en la isla, la mujer se pone triste y le dice que tan solo tiene un frasco de aceite y una taza de harina la cual esta guardando para alimentar a su hijo después que acabe la guerra.

Elías cae al piso y le ruega nuevamente a la mujer para que saque su taza de harina y el frasco de aceite y le arme un pan, la mujer insiste en que no puede prepararle el pan ya que su hijo va a regresar después de la guerra, le explica que su hijo es lo único que le queda ya que su esposo murió en su pequeña panadería mientras trabajaba; los enemigos le quitaron la vida, quemaron toda su panadería; aceites, harinas, sartenes, hornos, cucharones y todos los implementos, lo único que quedo fue una taza de harina y un frasco de aceite que estaban enterrados lo cual significa para ellos “la reserva” “el pan de vida”. Este tan solo es un pan hecho con las manos de una viuda o una persona que conoce el dolor y sufrimiento.

La mujer le dice a elías que aquel que coma de esta reserva lo cual es solo un pan, su hambre será saciada para siempre, elías no entendía lo que esta mujer le decía, el solo insiste en que ella prepara la masa y la convierta en un pan.

La mujer al ver su insistencia le dice que espere tres días y si en los tres días su hijo no regresa de la guerra ella va a preparar la reserva “el pan”, pasados los tres días, la mujer nota que su hijo no ha regresado y elías está esperando el pan, la mujer canta mientras toma la taza de harina y el frasco de aceite, llora mientras mezcla estos dos ingredientes, guarda silencio cuando hornea la masa de pan y ríe cuando elías saborea el suave y caliente pan.

Después de comer el pan, elías nota que su apariencia física cambia, se nota más fuerte, más sano y con ganas de luchar, siente una paz interna, esperanza, aun no entiende y le pide explicaciones a la viuda quien también se ve mejorada, esta le dice que ha comido del pan de la vida, del pan que fue reservado por una persona que murió trabajando para poder alimentar a toda su familia, de alguien que le arrebataron la vida injustamente mientras sudaba preparando todos los días miles de panes, a esto se le llama el pan sagrado, todos los que comen esta reserva van a reír de felicidad, su llanto y sufrimiento van aquedar atrás .

Después que su hambre fue saciada, regresa con ganas de seguir luchando, elías levanta su cabeza, con alegría recuerda las palabras de la viuda, vuelve a luchar para defender a su patria, porque entiende que los que mueren luchando son los únicos que pueden dejar la reserva “el pan de la vida” lo cual significa la motivación que es heredada a otros, las ganas de luchar que se les trasmite a los que han perdido la fe para continuar.

Después de comer la reserva, la viuda dejo de ser la mujer triste, desolada, en la actualidad tiene la panadería más grande de su region, aunque su hijo jamás regreso a casa ella trata de mantenerse en pie. Elías murió en la guerra fue recordado como uno de los mejores soltados, mas de 5 mil tropas huyeron y se escondieron para no pelear pero elías regreso y murió luchando como un verdadero soldado.

Esta historia fue inspirada en aquellas personas que trabajan día y noche por el sustento diario, por aquellos que dejan sus países para buscar nuevas oportunidades, para aquellas mujeres que se parten el lomo trabajando por sus hijos, por aquellos que deciden ayudar al extranjero sin esperar nada a cambio, en especial, por los panaderos de todo el mundo; panaderos que madrugan para preparar el pan con aceite, harina y sentimiento.