El Arte-sano del Pan

Cuando el gallo que canta temprano duerme, es cuando ya se empieza a esparcir la harina sobre esa mesa de madera, comenzando a jugar con diferentes formas para los distintos tipos de manjares que nos harán para hoy.

Sinónimo de trabajo, el pan es algo más que una receta y arte. 

Es el esfuerzo de sostener una familia, es el sacrificio de dormir cuando aún no se escondió el sol para tener que despertar cuando la noche comience a bostezar, asi cuando el sol asome, todos los que despierten tenga listo y caliente su pan. 

Acompañante de todo tipo y en todas formas. 

De desayuno, almuerzo, merienda y cena para familias, como así también para un alma solitaria.

Suele también acompañar incluso cuando aún no es pan, ya que en su elaboración acompaña los pensamientos y charlas que tiene consigo mismo quien amasa, no solo la producción, sino también, los pensamientos que suelen estar dando vueltas en su cabeza en esas altas horas de la madrugada, ante el silencio que hay de una ciudad durmiendo y que a veces se suelen tapar con una radio encendida, para matar un poco ese incómodo sigilo de las madrugadas que solo alimenta los temores diarios de cada uno.

Trabajando en cocinas calurosas y con todo su cuerpo agitado, sus músculos tensos con la masa transmiten su deseo de lograr cumplir y llegar a las mesas de los hogares con su arte. 

Cuando en sus estantes solo queden migas, sabrá que además de su rico sabor también habremos podido saborear su amor y cuidado y ahí verá que todo valió la pena.