EL PAN DE UN MUERTO
EL PAN DE UN MUERTO Hoy finalmente me he endurecido, al punto de ser incomible, ni siquiera por miserables hambrientos que llegan al basurero de la panadería para tragar desperdicios. Seguramente de llevarme a sus bocas, les rompería alguno de sus debilitados dientes. De no haberme vuelto piedra hubiera trascendido enmohecido hasta desintegrarme. Así que...