El pan hueco del tío Anselmo
Todo el mundo lo quería al tío Anselmo. Cómo no querer a un tipo alegre, amable, comprensivo y servicial que conquistaba los corazones de todos. Hábil contador de anécdotas, tanto propias como hurtadas o inventadas, el tío era siempre un centro de atención. Solo le faltaba ser un poco más laborioso para ser un modelo...