El último pan.
En un pueblo olvidado por el tiempo, donde el frío parecía ser eterno y la tierra yacía seca bajo un cielo gris, había una pequeña panadería. Era la última que quedaba abierta, y su único panadero, don Jacinto, un hombre de manos ásperas y mirada cansada, seguía horneando cada día, a pesar de que casi...