Besos Marchitos.

Recostado en el mueble solo viene a mi mente el recuerdo de nuestro primer beso, aquel que marco el inicio de esta historia.

Aún siento como si hubiera sido ayer el primer día que te conocí, llevabas aquel vestido naranja que te lucía tan bien al caminar, no te pude despegar la mirada, estabas tan hermosa, sinceramente no creí que tendría oportunidad contigo.

Dios!

Me enamore de ti en ese mismo instante.

Hice hasta lo imposible por poder estar contigo, te quería llenar de detalles, estar a tu lado era todo lo que quería, me sentía tan vivo.

Y ahora solo puedo llorar al recordar cómo eras en el pasado, aquellas caricias y ese primer beso que se impregnó en mi alma en mi ser, el cual jamás podré olvidar.

No creí que me marcaría tanto.

Oh por Dios cuánto lo extraño!

Su calidez.

Te hacía sentir vivo.

Su pasión.

Te hacía sentir amado.

Su sutileza.

Te hacía sentir deseado.

Jamás olvidaré como me arrancaba una sonrisa tonta al recordarlo y aunque ya no está más, sigue siendo el mejor de mi vida.

Desde ese día me preguntó si encontraré alguien así, alguien que con un beso me desnude el alma, alguien que quite mis miedos, alguien que me de el valor que me merezco.

En ocaciones lloro en silencio preguntándome qué está mal en mi, sin entender por qué el amor es algo tan pasajero.

Me apasiona y emociona todo, incluso el shampoo nuevo en el baño, no logro entender por qué tiene que ser algo tan volátil, algo tan injusto.

Y lo peor es que todo se repite una y otra vez sin importar la historia que se cuente el final sigue siendo el mismo, los besos se terminan marchitando, cómo aquel jardín al que ya no le dedicas tiempo.

Me gustaría una historia eterna, de esas que vives una sola vez en la vida, me gustaría un beso que me desnude hasta lo más íntimo, un beso que no tenga explicación un beso que me marque tan dentro que el solo echo de acordarme de el sea mi razón de ser.

Un beso tuyo, y al fin contra la historia que hace la diferencia, la historia de aquel beso.

Cada día espero tu llegada, en ocasiones busco cualquier excusa para verte o que nuestro caminos se crucen.

– Locura.

– Acoso.

– Obsesión

– Amor

Tantas formas de llamarlo, la diferencia se encuentra en lo que ambos puedan sentir.

En qué momento fallo este amor y nuestros besos murieron, en qué momento nos volvimos monotonos y nuestras vidas se llenaron de ese vacío llamado olvidó.

No entiendo cómo pasamos de besarnos tanto a olvidarnos tanto más.

Mi alma ya no aguanta más aquella soledad que tú le haces sentir.

Aún recostados en la cama recuerdo cuando cada noche nos despedíamos con un beso y ahora de aquello solo un suspiro queda que indica el final de la mejor historia que pude contar la historia de tus besos.