Besos calientes… de esos que se dan solo cuando el cuerpo los pide o de esos que se niegan cuando la mente gobierna… Ellos se quemaron al contemplarse… se besaron con la mirada chispeante de dos amantes desconocidos, efímeros y aventureros.
Esa noche decidieron — degustarse mutuamente…
Besos de papel…
Dos amantes de correo, se prometían besos, caricias y mordiscos cuando se reencontraran. En septiembre de 2009 ella migro a un país del norte, se prometieron contacto eterno y que algún día se reunirían nuevamente para entregarse a los besos que ambos guardaban para sí… Él era musico, su banda era lo más especial que tenía, en su divorcio prometió no engañar a ninguna otra, sin embargo, defraudaba su promesa cada vez que los besos de su «joven hermosa» como él la llamaba, se cruzaban por su boca…
Ambos en poco tiempo de conocerse sabían que estaban destinados a vivir una aventura cargada de ternura y besos infinitos, poéticos y sonoros… ella era más joven, su inocencia la hacía prometer verdades de papel…
— iré pronto y nos veremos, se lo aseguro…
Muerdole…
— No me mienta joven hermosa, yo ansío verla cada día, cada noche, cada alba…
Besole con locura…
Ella soñaba despertar con él… lo más cerca que estuvieron de amanecer fue en su primer encuentro, rodando a través de la isla que amparó sus siete días de pasión. La luna hizo de testigo la noche en que sus miradas se encontraron en medio de la multitud que presenciaba el concierto… Enseguida supo que había algo especial.
Él descubrió un mundo celestial al verla, recorrió su cuerpo con la mirada… la mirada de un hombre cautivo por una belleza autentica que emergía desde lo más profundo de su esencia… él había visto mujeres hermosas y en su haber tenía una lista larga de besos ofrecidos, prometidos y dados… pero besar a esta «joven hermosa» supondría una experiencia completamente diferente e inesperada… para ambos.
El primer beso:
- — Lo recuerdo como si fue ayer —
Primero el ojo derecho,
luego el izquierdo, siguiendo por la nariz, la frente… oliendo cada mejilla se
acercó a las orejas… todo esto… sin tocar sus carnosos labios. A ella, el
corazón le palpitaba tan fuerte que su garganta hacia el sonido del ronroneo de
un gato sin control… no tenía idea de cómo sería… y aunque ella también
tenía varios besos que narrar dentro de su historia, su cuerpo revelaba solo.
- — ¿Te quedaras?, ¿Por cuánto tiempo? —
No se si pueda… me esperan en casa.
- Entonces dame un beso que pueda recordar hasta que te vuelva a ver… —
El sello del encuentro fue marcado por uno de los besos mas sugestivos que ambos habían experimentado… una mezcla entre pasión, ternura, afecto desconocido e inocencia… era el beso de dos almas que solo se cruzarían una sola vez en ese presente…Este día fue el primero de muchos… fue especial porque sería el único… el único beso físico que compartirían.
Besos de arena!
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