Siempre me cautivó el beso entre Rhett y Scarlet, en la película “Lo que el viento se llevó” porque reunía la belleza de los protagonistas y la tragedia propia del amor. Porque cuando me hice habitué del cine y de la literatura, advertí que el amor atraía o estaba relacionado con la tragedia, argumento que corroboré con los años. En la vida no hay finales felices como en los cuentos de hadas. En esta película antológica, la tragedia está en el amor infinito que Rhett siente por Scarlett y la ceguera de Scarlett que no le permite darse cuenta del verdadero sentimiento que la une con Rhett y que el sentimiento por Ashley, el esposo de Melania es una fantasía. Rhett la amaba con el cuerpo y el alma y Ashley, sólo amaba su belleza y juventud o sea su cuerpo. Este es un diálogo hipotético entre los protagonistas:
Habla Rhett:
Yo te amaba, pero no sólo tu cuerpo sino tu espíritu indómito y valiente que se sobreponía a todo, mientras otras mujeres se detenían a llorar, tú considerabas cuáles eran tus alternativas para salir del obstáculo, no, no se te vencía fácilmente por más que estuvieras en el medio de una guerra, de la destrucción total, del desamparo. Yo amaba tu espíritu y tu cuerpo, eras para mí la mujer con mayúscula no una muñeca de lujo envuelta en suaves sedas. Pero estabas enceguecida con la falsa ilusión del amor de Ashley y él no te merecía, a pesar de su corrección y su caballerosidad sólo ocultaba un deseo mezquino y lujurioso hacia tu persona, porque el sexo sin amor es solo lujuria. Nunca te amó porque era débil y tú lo superabas en la vida por tu valor y tu coraje y la valentía de tus sentimientos. De haber vivido juntos, el desencanto habría terminado en convertir en odio e irritación lo que creías amor, el fuego se hubiera reducido a cenizas.
Habla Scarlett:
¿Cómo no pude darme cuenta que te amaba hasta que te perdí? Si todos los momentos que vivimos juntos me mostraban que me amabas como una mujer necesita y debe ser amada por un hombre. ¿Cómo pude caer en la trampa de una ilusión que estaba destinada a morir antes de nacer? Ahora que no estás, que deberé aprender a vivir sin los besos que me prodigabas con la esperanza que me diera cuenta del amor infinito que sentías. Porque acá está la tragedia de nuestras vidas, amado mío, no fue la guerra, el incendio de Atlanta, el hambre pasado, la hija perdida. La tragedia de nuestras vidas es que no pude ver el amor en tus ojos y no pude darme cuenta de él en tus besos y abrazos. Pero hallaré en Tara la forma de reconquistarte, siempre vencí todo en Tara y volveras a mí, porque el sentimiento que nos une es realmente amor. Perdóname, mi amor, porque ahora comprendo que te amo.
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