Aquel día nos despedimos con el frío de dos besos en las mejillas, con los que finalizar.. tantos proyectos que se quedaron en el camino. Que hipócritas fuimos con aquellos de.. como amigos.
Yo, que tantas veces pude saborear el dulce aroma de tus labios, ahora, sufría el amargo sabor que deja la distancia, cuando me intentaba acercar a tu boca.. y te alejabas unos centímetros que a mí me parecían kilómetros que me alejaban de ti.
Entonces añoraba aquel silencio, siempre cómplice de nuestro cariño en aquellas noches donde la luna nos ocultaba con el brillo de los tontos enamorados que lo dicen todo con la pasión de unos labios que perfilaban lo que sólo el amor puede descifrar.
Hoy.. después de que el tiempo haya marcado sus cicatrices en mi alma, sigo buscando tus besos en cada rincón de las calles del olvido, donde aquel día me perdí, cuando decidiste marcharte y te lo llevaste todo en dos palabras, como el huracán que en cuestión de segundos barre hasta el último.. beso de aquellas parejas que unían sus labios con recelo, como el tesoro mejor guardado.
Aún sigo buscando esos besos que me mendigaste en tantos momentos en los que necesitaba las migajas de un cariño efímero que yo valoraba más que el oro, pero que al final vendiste al mejor postor, para acabar dejándome en la esquina de la desdicha, donde hacen cola los melancólicos que siguen recordando la suavidad de unos labios que se quedaron marcados en el corazón.
Hoy los recuerdos golpean mis mejillas…pero sigo buscando tus besos…
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