El ciclo de la vida inicia en el momento en que nacemos, es un recorrido que se hace de la mano con el tiempo, indudablemente desconocemos que tan largo es el camino, solo nos detenemos a pensar en cómo ha sido ese andar cuando comenzamos a ver que las personas cercanas envejecen o se van marchando de nuestro lado. Es en ese instante que el tiempo es un elemento importante, pasa a tener un valor relevante en el ciclo de nuestras vidas, el tiempo comienza a tener más importancia de la que ya tenía, es un valor incomparable al de llegar temprano, el de abordar un vuelo, el de cumplir con alguna responsabilidad, definitivamente el tiempo pasa a tener un valor indescriptible.
Comenzamos a ver el tiempo como un amigo que nos acompaña, como el verdugo que se detiene para decirnos que se agotó y que no puede continuar a nuestro lado, es el tiempo que determina que tan felices somos en un instante, es quien nos da la oportunidad de extenderse por un momento más, es el tiempo que nos dice que tan rápido o que tan lento debemos ir. Cuando el tiempo se acaba nos falta instantes para decir adiós, cada momento cuenta para acercarnos a quien amamos, el tiempo continua sin detenerse solo se agota para cada persona en el período determinado, comprendiendo al fin que simplemente se agotó.
Ahora es cuando todo tiene sentido, sobre la respuesta de un adulto al preguntarle ¿Hacia dónde vas? esperando conocer sobre el lugar a donde iría, era común escuchar entre risas y bromas la expresión “Voy a viejo”, en la infancia esta expresión la usaban frecuentemente, era difícil de interpretar hasta ahora cuando se puede ver como las personas que se encuentran alrededor van envejeciendo, ahora todo sin lugar a duda tiene sentido.
Cada rostro interpreta la definición de la vida con infinitas respuestas, para algunos la vida ha sido una bendición de una madre que ha esperado ansiosamente la llegada de su hijo, para otros la vida pudo haber sido el sufrimiento de lidiar con una enfermedad, o puede ser el instante de alegría de sobrevivir a un accidente cuyas probabilidades eran escasas, la vida puede ser la alegría de saber que has hecho feliz a alguien, el llanto de una madre, un padre, un hermano o un hijo que ha tenido que decir adiós a alguien que amaban, la vida puede ser gris, puede ser de color, es simplemente como nos haya tocado vivirla y que tan sabios hemos sido para disfrutar los momentos de alegría que hemos tenido.
Cómo saber el significado de la vida, se puede descubrir a través de un rostro envejecido, es la reflexión de un recorrido de cada existencia en las marcas que ha dejado en un semblante deteriorado finalizando el recorrido que una vez inicio o simplemente es el camino que se transita hasta el momento en que hay que decir adiós, el final de un camino donde comienzan los recuerdos con las personas que han sido importantes en este andar, es en ese último trayecto en el que el tiempo tiene un valor incalculable.
Es acaso que somos afortunados porque logramos ver el recorrido de alguien a nuestro lado, o somos infelices porque nos ha tocado desprendernos de un ser amado que aún no finalizo el ciclo de vida natural.
Dejamos que la vida culmine para poder demostrar con un abrazo lo mucho que nos importa, comenzamos a cuestionarnos la llamada y la visita que nunca hicimos, sin darnos cuenta que es el tiempo que nos acelera el andar, es en ese último momento que debemos agradecer y no lamentar lo que hicimos al lado de quien formo parte de nuestras vidas, es dejar de afligirnos, de culparnos, de cuestionarnos, simplemente sucedió y el recuerdo es lo que permanecerá en nuestros corazones.
Una biografía contada desde una realidad relata el ciclo de la vida y la importancia del tiempo, un ejemplo de vida para algunos, para otros es simplemente una historia, quizás una semejanza de la vida de alguien a quien admiramos y que ha dejado una huella en nuestro andar.
Esta es una historia donde el tiempo es el protagonista, se encuentra reflejado en cada pliegue de la piel, se puede ver que es un libro abierto de historias y vivencias, en un rostro que cuenta un sinfín de aventuras, se consigue ver el reflejo de toda una vida recorrida que esconde momentos felices y otros quizás no, las manos expresan las faenas de largos trabajos que son mostradas en pequeñas pecas, la voz suave que pronuncia lo necesario, se aprecia un deterioro inminente que no se detiene, es el tiempo que ha pasado en la vida de alguien y le ha dado longevidad hasta que ya el cuerpo parece no resistir más. Detrás de ese cuadro viril se esconde una historia que al ser escrita podrá ser recordada a las siguientes generaciones que deseen conocer la vida de Chepina.
Desde joven lucho por sostener una hija producto de un gran amor que desapareció dejándola oculta por nueve meses, el dolor por la ausencia desgarraba el corazón de esta mujer que se enfrentó a la soledad y la vergüenza, eran tiempos donde la deshora no podía ser publica, debía estar oculta hasta el último mes en que nacería la hija producto de la pasión.
Al pasar los meses llego el momento del nacimiento, su padre busco en la clandestinidad a una mujer experta en traer niños al mundo a quien todos llamaban “Pancha” quien era la partera del pueblo, la experiencia y los conocimientos empíricos de la mujer ayudaron a traer al mundo a la criatura, había nacido la hija de Chepina, era una niña que llegaba para hacerle compañía a esta mujer que había quedado sola, debía hacerse cargo de la crianza, fue el impulso para seguir adelante, era su deber protegerla y ofrecerle mejor calidad de vida de la que pudo recibir la joven madre en aquel pueblo pesquero.
Dentro de los planes de esta madre que recién había dado a luz no estaba seguir en ese pequeño pueblo que a pesar de la calidez de las personas que habitaban, no le ofrecía educación a su hija, Chepina dentro de su corazón sabía que no era lo que quería darle a su primogénita, no veía un futuro emprendedor si se quedaba allí. Pero la vida no fue tan simple, no pudo irse de aquel lugar por un tiempo, era la hermana mayor y la costumbre de esa época es que debía cuidar de sus ocho hermanos menores al estar ausente su madre tenía que asumir la responsabilidad de velar por el núcleo familiar. La carga ahora era aún más pesada para la joven de diecinueve años, sin embargo eso no la detuvo para cumplir con sus metas.
En busca de oportunidades en aquel pequeño lugar donde el trabajo era escaso logro encontrar una labor que podía hacer desde casa, así no descuidaba los quehaceres del hogar.
El trabajo de Chepina era una rutina que hacía diariamente, con sus manos preparaba tabacos para una empresa, eran largas jornadas con una prensa manual hecha de madera, la joven organizaba, cerraba y prensaba el producto, siendo el resultado final unos finos tabacos envueltos en hojas llamadas capote. Fruto de este esfuerzo mantenía a su hija y a la familia que al pasar el tiempo fueron creciendo dejándola sola y con la decisión de emigrar a otro lugar para poder ofrecer educación a su única hija.
Fue entonces que un día tomo la medida de mudarse a una ciudad prospera que le ofrecía lo que tanto anhelaba, la oportunidad para darle la educación a la hija que ya había crecido, esta ciudad era un lugar lleno de personas que iban y venia, eran diferentes al pueblo pesquero donde todos se conocían, este lugar era enorme, Chepina se sentía sola y desvalida, sin embargo eso no la detuvo para continuar.
La joven madre con su hija buscaron un lugar para vivir, el sustento del hogar era el trabajo manual que hacia Chepina quien busco rápidamente un oficio para hacer y encontró una empresa que fabricaba ropa allí comenzó el trabajo planchando la ropa recién fabricada, allí paso mucho años y con el dinero obtenido le dio la educación a su hija hasta que se graduó. El tiempo había pasado Chepina nunca se volvió a casar, solo recordaba el amor de su vida que la abandono, de ese amor solo quedo el recuerdo, nunca más se supo de él, ahora era ella y su hija contra el mundo entero.
Mucho tiempo paso y la hija debía trasladarse a otro lugar para comenzar a desempeñar lo que había estudiado con tanto sacrificio de su mamá, se mudaron a otra ciudad donde el clima era frio y agradable, Chepina no trabajo más se dedicó al hogar y administrar el salario que ganaba su hija, su vida iba cambiando, el trabajo pesado ceso, había valido la pena un esfuerzo agotador, tanto dolor fue retribuido por la hija a quien su vida dio.
Al pasar el tiempo la hija se casó, Chepina vivía con ella, era su única hija, no podía dejarla sola. Se dedicó como una madre criando a los nietos, eran como sus hijos, velo por el cuidado del hogar mientras los esposos trabajaban, la vida de Chepina estuvo envuelta en un calor familiar, dejo su vida al servicio de cuatro varones que ocupaban la mayor parte del tiempo, lo hacía con cariño y dedicación.
El tiempo paso y la vida la lleno de bendiciones, cada acción, cada momento para compartir llenaron la existencia de esta mujer, los nietos crecieron pero a pesar de que el tiempo ha pasado hoy día siguen demostrando el amor por esta mujer que los crio, los cuido en su infancia como hijos. El ciclo de vida de esta mujer le dio la oportunidad de conocer bisnietos compartir con ellos y cuidarlos como hijos, se puede ver claramente como las obras han sido retribuidas en el tiempo.
Chepina ahora tiene noventa y cuatro años, se observa cansada, solo quiere dormir, ya no tiene temas de conversación, solo quiere descansar, se levanta solo a comer, es una escena conmovedora y triste a la vez, fueron tantos momentos vividos que pocos tienen la dicha de alcanzar, pronto partirá y ese indiscutible momento llegará, sin embargo aún nadie está preparado para este evento natural, pero el cuerpo de Chepina está frágil, quiere descansar, aún no es incierto cuándo se cerraran esos ojitos dulces que reflejan la mirada de toda una vida recorrida, ahora solo queda retribuir con cuidados todo lo que en juventud entregó.
Esta es la historia de Chepina que ha sido contada, una mujer que comenzó el recorrido con sufrimiento para luego ser bendecida, no es solamente una historia, es una vida que estuvo rodeada de realidades, necesidades, alegrías, tristezas, es el ejemplo de mostrarnos que en la forma en que vivimos esta la felicidad, la vida puede ser corta, puede ser larga, sin importar que tanto podamos vivir debemos apreciar las pequeñas cosas, es de acuerdo a cada una las realidades, la decisión que cada uno de nosotros tomemos de ser feliz porque no sabemos el tiempo ni la hora en que estaremos acompañando a las personas que amamos, somos nosotros como seres humanos quienes marcamos la diferencia en valorar cada instante vivido no esperemos a que el tiempo se acabe.
OPINIONES Y COMENTARIOS