Al norte de la Argentina, mas específicamente en Formosa, vivía un viejo. Un viejo sabio. Conocido por ser el mas viejo de su pueblo. Al ser así, los habitantes del pueblo iban a visitarlo seguido para preguntarles cosas de la vida. Que el fuera viejo y antiguado no significaba que no sabría cosas básicas como por ejemplo una simple pero especial receta de galletas de su esposa, o cuando era la fecha mas adecuada para plantar vegetales, o algún que otro remedio casero para calmar esas alergias que llegaban al comienzo de la primavera.
En el pueblo era conocido como el viejo sabio, nadie de allí sabe su verdadero nombre, muchos apuestan por adivinar pero nunca logran acertar. Una tarde soleada, Marcos un chico de 14 años, fue a visitar al viejo para hacerle una petición muy diferentes a las que estaba acostumbrado recibir. -Viejo sabio, ¿Cómo se encuentra?, quería preguntarle si usted sabe porque a veces siente como si se me removiera todo el estomago – Bueno querido amigo hay dos repuestas lógicas a ese síntoma, o tienes algún problema intestinal, o tal vez hayas conocido a una persona especial, dijo el viejo. Marcos confundido preguntó -¿Como que una persona especia?- El viejo solo sonrió y dijo que volviera si le aparecía algún que otro síntoma extraño. Los días pasaban y Marcos descubrió que su hablar se trababa, sus chistes ni siquiera daban risa. El un poco preocupado fue a lo del viejo a contarle sobre sus nuevos síntomas y este respondió – mmm creo que me inclino mas a la idea de que has conocido a tu persona especial- Marcos ya embrollado, pregunto quien era esa persona y porque se la llamaba especial. El viejo sonrió y volvió a repetirle lo mismo de antes – Vuelve cuando te aparezca otro síntoma extraño-. Al decir verdad Marcos estaba un poco molesto ye que el viejo no le estaba dando las respuesta muy claras. Le pregunto a su madre si sabia que era una persona especial, le dijo que para ella su persona especial era el. esa respuesta no le sirvió de nada. Fue a preguntarle a su tía solterona, si sabia que era una persona especial y ella dijo -Si una vez tuve una de esas, pero no sirven, te ilusionan y luego te dejan como si nada, hijo mejor vive tu vida solo- Entonces Marcos pensó -eso me da una pista, es un alguien vivo de carne y hueso pero, que no se si valdría la pena encontrarla ahora que lo pienso-. Fui a la oficina de mi padre abogado y le pregunte si sabia algo sobre una persona especial y me dijo -ehh ¿persona especial?, que es eso, mejor anda a estudiar que si no me equivoco tenes examen mañana. ¡EL EXAMEN!. Marcos se había olvidado que tenia evaluación de matemáticas mañana, digamos que no le iba tan bien, bueno a decir verdad le iba pésimo. Pero ahí estaba, Ámbar sentada atrás de el, siempre lo ayudaba o en casos especiales le pasaba papelitos con las respuesta correctas, era inteligente, divertida y muy hermosa o bueno así la describía Marcos siempre que le preguntaban por ella. Mas adelante se presentó otro síntoma extraño en el. Los latidos de su corazón comenzaban a acelerarse sin ninguna razón. El comenzó a preocuparse. Fue rápido hacia lo del viejo, le conto sobre su corazón y este dijo – JAJAJA, es gracioso, me traes recuerdos niño- Marcos ya cansado y un poco enojado le dijo -como te puede dar gracia esto, no te das cuenta de que puede que me este muriendo del corazón o algo así, y que carajos es eso de la persona especial, porque no me decís quien es y listo- y el viejo solo volvió a repetir lo mismo de antes. Marcos decepcionado fue a su casa se encerró en su habitación y se puso a pensar -que es esa cosa que hace que no pueda dejar de pensar. Que es esa cosa, que me hace sentir cosas cada vez que me encuentro cerca de ella sin importar la hora o el lugar. – Entonces ¿mi persona especial será Ámbar?, no, no puede ser, es mi amiga ella no me gusta, es decir, me gusta su risa y mas si yo la provoco, me gustan sus ojos cuando se iluminan con un rayo de sol que pasa cerca ellos, me gusta su boca cada vez que habla, me gusta su pelo recogido con esa coleta perfecta que se hace todas las mañanas al llegar al colegio, me gustan sus manos y mas cuando se acelera mi corazón al acariciar las mías, pero no me gusta, aunque imagino momentos con ella que nunca ocurrirá, aun así sigo cantando a todo pulmón esas canciones que me recuerdan a ella, aun así, sigo afirmando que no me gusta. Solo imagino una vida con ella porque se, que no siente nada por mi.
Marcos volvió a ir a lo del viejo, le pidió disculpas y le conto que ya había descubierto quien era su persona especial, su amor. El problema era según Marcos, Ámbar no sentía nada por el, entonces el viejo dijo – ¿y acaso tu como lo sabes, le has preguntado, le has dicho todo lo que me acabas de decir a mi, de tus «síntomas extraños», de lo que piensas de ella o con ella? ¿lo sabe?. Mira niño déjame decirte una cosa muy importante. La vida es mas corta de lo que crees, el tiempo es oro, aprovéchalo y disfrútalo antes de que se acabe, no tendrás nunca otra oportunidad , confío en ti, en que vas a lograr lo que te propongas, solo debes esforzarte y recordad que el que no arriesga pierde y que es mejor quedarse con un te acuerda que con un te imaginas.- Marcos quedo anonadado por las palabras del viejo sabio. Entonces se armo de valor, se puso se prenda mas bonita, se arreglo el cabello y tomo algunas flores «prestadas» del jardín de su vecino y se dirigió a pie hacia la casa de Ámbar. En el camino se cuestionaba si debía ir o no, que pasaría si ella en verdad no siente nada por el, quedaría como un tonto. Pero recordaba las sabias palabras del viejo, y una y otra vez retumban en su cabeza. El tiempo vale oro, no tienes otra oportunidad, el que no arriesga no gana. Le faltaban solo unos metros para llegar a la casa de Ámbar, estaba realmente nervioso, se le había presentado un nuevo «síntoma extraño» según el viejo sabio. Las manos le sudaban, al igual que su cuello y casi todo su cuerpo se podría decir. Su corazón latía cada vez mas rápido y su panza de todas las mariposas que se encontraban revoloteando ahí dentro le daban nauseas, asique vomite. Por suerte nadie lo vio. se quito la camisa blanca que llevaba puesta y volvió a lo del viejo, el pregunto – ¿Qué haces acá, todavía no te le has declarado?- Marcos le dijo que lo había intentado pero unos metros antes de llegar a su casa las estúpidas mariposas lo hicieron vomitar. Ambos comenzaron a reírse, y el viejo comenzó a hablarle y darle consejos a Marcos. Se podría decir que se hicieron buenos amigos, al viejo hablar con el niño le hacia bien, era lindo recordad tiempos de su juventud cuando el era solo un joven enamorado y a Marcos igual, el siempre fue un niño reservado, y esto de declarase a la chica que le gusta no era lo mas fácil del mundo para el. Paso un mes y Marcos todavía no conseguía el valor suficiente como para lograrlo. Una tarde mientras merendaba con el viejo, le pregunto por su nombre, dijo que si se lo decía no le contaría a nadie y además se animaría a hablarle a Ámbar. El viejo sabio lo pensó por un rato, algo extrañado, le pregunto -¿porque quieres saber mi nombre, acaso intentas engañarme para ganar una de esas apuestas?- Marcos le dijo que solo tenia mucha curiosidad y juro con el meñique que no le contaría a nadie y tampoco jugaría a ninguna apuesta. Entonces hicieron un trato a fin de mes Marcos se le declararía a la chica de sus sueños y si lo logra descubriría el nombre del viejo. El niño todos los días se preparaba psicológicamente para poder animarse a declararse sino nunca sabría lo que es el amor y peor aun nunca descubriría el verdadero nombre de su amigo. Una tarde junto con el viejo este comenzó a hablar de la nada a Marcos y le dijo cosas como – mira, debes entender que esas mariposas dentro de tu estomago son tuyas, eso quiere decir que vos las controlas, al igual que la traspiración de tus manos, el tartamudeo, y la aceleración de tu corazón, solo debes descubrir cual es el pensamiento que hace que todos esos síntomas se mantenga a raya o también cual es el que los causa- Marcos entonces puso su cabeza en marcha para encontrar el pensamiento que calmara al menos un poco sus síntomas al pensar en ella o estar cenca de ella. Buscando en sus pensamiento encontró la inseguridad de ser rechazado y quedar medio loco como la tía, el miedo a perder, el miedo a no ser lo suficiente para ella. Ahí estaban las cosas que ocasionaban los síntomas, el miedo y la inseguridad, solo tenia que rebajarlos un poco y así podría conseguir lo que tanto quiere… el corazón de Ámbar. Ese mismo día a la salida del colegio se dirigió hacia lo del viejo, pero se sorprendió al encontrar una ambulancia al frente de su casa. Se cruzo con uno de los medico para preguntarle que estaba ocurriendo pero ninguno lo escuchó, estaban apurados y mu alborotados. Le pidieron que se alejara, que luego podría ir al verlo al hospital Lejara. Agarro la bici de su madre y fue rápido hacia el hospital, pregunto a los médicos por el y gracias a dios uno le dijo que se encontraba bien, que estaba descansando en la pieza numero 23.
Entro a la habitación intento despertarlo pero no respondió. Se sentó en un sillón que estaba ahí hasta quedarse dormido. A mitad de lo noche lo despierta un ruido, el viejo sabio lo llama, le dice que lo escuche y le preste mucha atención. -Prométeme algo, prométeme que harás caso a mis consejos, en realidad eres un niño muy valiente y fuerte, debes saberlo, debes saber que eres capas de cualquier cosa que te propongas, tengo fe en ti pequeño joven enamorado. A y por favor cuéntale sobre tus sentimientos a Ámbar estoy seguro de que siente lo mismo que vos, no pierdas mas tiempo. Cierto una ultima cosa mi nombre es…. las lagrimas comenzaban a recorrer las mejillas de Marcos, gritaba que por favor llamaran a una enfermera rápido. Los médicos llegaron y lo sacaron de la habitación, el espero despierto en la sala de espera hasta que sus padres llegaron. Luego de unas horas uno de los médicos llama a sus padres y le dice la desgarradora noticia de que el viejo sabio había fallecido. Marcos destrozado por dentro pero fuerte por fuera le pregunta al medico si había sufrido, este le responde que no y le dice que sus últimos días de vida fueron los mejores o que bueno eso dice la carta que te dejo para vos Marcos.
Sali del hospital y todo el pueblo estaba afuera dando condolencias por lo ocurrido, unos días después hicieron un funeral donde todo el mundo participo. Luego mis padres y yo fuimos a casa, me dirigí hacia mi habitación y decidí leer la carta, adentro del sobre venían notas escritas con sus consejos y luego la carta
-Querido marcos una ves me dijiste que si te decía mi verdadero nombre vos te declararías al amor de tu vida, y bueno eso es lo que quiero que hagas, mi nombre es Lucio Bombardi, pero me acostumbre mas al de viejo sabio, por favor cumple con tu promesa y no se lo digas a nadie. Adiós Marcos, siempre confía en vos y se fuerte-
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