CONFIESO MIS MEMORIAS TRISTES

Año, 2021, en la ciudad de Bogotá-Colombia;

Al frente del parque el Tunal, en la bella y aventurera calle de ciudad Bolívar, un ángel descendía, iluminando todo. La gente gritaba y corrían tratando de omitir ese momento y yo, tan solo los observaba, y lo digo en serio; Para mi ya no era nada raro , pues se trataba de mi esposo, mi querido y recordado esposo, se veía mas joven que yo, venía a visitarme, desde hace tiempo y esta vez, ya no se escondía de nadie, él, solo venia a traerme un bello mensaje.

Eran las palabras de la abuela a su nieta adolescente

Ahhhh!

Recuerdo tanto! hija, cuando él murió en el año de 1986, me visitaba al principio en sueños, y me abrazaba con gran jubillo y alegría, juntos sonreíamos como victoriosos después de tanto llanto y desolación, se hacia al frente de mi cama y esperaba a que me levantara, y corría hacia sus brazos,

Estábamos tan alegres que luego descargaba de su espalda, una gigante bolsa de fique con bastante mercado, y no era la primera vez donde nos apoyaba, pues al quedar sola, no daba a basto con la comida. sufría mucho por su ausencia.

– abue, ¿sufriste mucho verdad?

Querida mía, en mi mente aun llegan recuerdos muy tristes, cuando lloraba en silencio dentro de mi cama para no escandalizar, y mantenerlos lejos de mi dolor, pero, no me quiero adelantar mi niña. Esa noche, tu abuelo, medió un enorme beso y me sonrió, con palabras muy susurradas, acariciando mi cabello y mirándome me decía, cual orgulloso, se sentía de mi.

Te cuento que mi viejo era un gran músico en ese entonces, y aunque era muy complicado grabar, él era muy hábil, y se las ingeniaba para lograrlo,

Mi abue, y porqué era tan difícil?

Mi amor, los explotaban y terminaban muy mal, aunque hoy en día, manejan las llamadas roscas musicales, solo te puedo decir que tu abuelito, nunca recibió el pago por sus canciones, ni como interprete, ni como compositor.

Yo tampoco podía imaginar, lo que después acontecería con mi viejo, aunque en ese entonces solo tu abuelo solo tenia 43 años.

¿Me decías que soñabas con él y era siempre?

Pues hija mía;

Besando los niños, abraza a la menor y ella de inmediato salió a correr hacia el patio para jugar con sus tres hermanos, y fue la ultima vez que lo vimos, jamas se dieron cuenta cuando él salio de casa esa noche, no teníamos como alimentarlos esos días, y aunque luchaba por sus sueños, no podía negarse a sus obligaciones.

¡Abue, mi abuelito solo cantaba, tocaba la guitarra y componía?

–No mi amor, el tenia otro trabajo, era conductor de bus, también salia los fines de semana, él con su oyita de tamales él era nuestro héroe; pues si no era vendiendo tamales, empacábamos en bolsistas tomate y salían por todo el barrio, y así rebuscábamos el diario en casa para finalmente, escucharlo cantar con su requinto, pues era bueno con su talento, lo admirábamos mucho,

–Cuéntame como fue la muerte de mi abuelo abuelita!

Hija solo te puedo decir que aquella noche, no era tan segura como siempre, y algo no estaba bien, los perros lloraban por toda la calle, y me asustaban, porque jamas los había escuchado así , y menos a la madrugada, teníamos un perro que se llamaba «Cucho» nuestro guardián,

Mi esposo les había obsequiado a nuestros hijos, cuando apenas era un cachorro, no era de raza, más bien de casta sencilla y humilde de corazón.

Era nuestro compañero entre calles y carreteras.

Cuando realizaban aquellas largas caminatas a pie para llegar al colegio, salia con ellos,

Eran caminatas de tres horas bajo el sol o la lluvia, y los peligros se asomaban en cada esquina, pero Dios siempre me los cuido, con apenas 11 años el mayor , mis niñas una de nueve la otra de seis, donde se tenían que enfrentar a la realidad al no haber colegios cerca y tratar de no dejar de estudiar para cumplir su educación. Pero a pesar de todo, eran muy felices, me decían que les encantaba el correr y aventurar por la vida, que era un desafió, aunque no niego que eso nos dejó muchos traumas; ahora, «cucho» estaba desesperado y corría por toda la casa, lloraba, sabia que la desgracia llegaba a nuestras vidas.

-Que duro mi abue-

-Si hija eran las cuatro de la mañana y después de haber tratado de dormir un poco, los gritos y golpes nos despertaron a una realidad en ese instante,

-Señora marina!!

Señora marina….. oiga, señora marina,

Gritaban y golpeaban nuestra puerta,

-Abra que mataron al viejo moli, mataron al viejo moli, hija, si, todo era confuso, tu tía mayor y yo salimos corriendo para encontrar el cuerpo de tu abuelo, y verificar si era verdad.

Bajando la loma, me parecía muy alta en ese instante, las piernas me temblaban, sentía que me iba a caer, no me alcanzaba los pasos para llegar, yo, no dejaba de llorar, estaba desesperaba, asustaba, y tu tía, tenia 9 añitos, yo la veía callada, muy perpleja, muda, en realidad no sabia que decirle, había entrado en chock, y en mi mente, hija me quede congelada,

-No te imaginas como me sentí, al saber que por siempre se había ido mi esposo y el padre de mis hijos!

Entonces, al llegar a aquel lugar, lo vi, mi amor, estaba allí hija, tirado, pálido y corrí hacia él donde alcance a ver que tenía una lagrima en su rostro había llorado, cuchito, nos había alcanzado, y empezó furioso a ladrar a no dejar acercar a nadie, estábamos allí, mi niña, mirando y viviendo el comienzo de nuestra desgracia, y desde ese día jamas nada, volvió hacer como antes.

-Mi abue se siente desgarrador, dime, ¿despues que pasó?

Querida, pues tuvieron que decirnos que lo agarráramos , porque al tratar de hacerle el levantamiento él los atacaba y tu tía, callada y lo acarició y se arrinconó con el, mientras observaba como desvestían a su padre, luego subieron sobre la bandeja,

¡Pero sabes hija, algo extraño sucedió!

Huy abuelita mía ¿que pasó?, pues hija, una señora llego con una niña y gritaban sobre el cuerpo de tu abuelo, no comprendíamos nada y quedamos ambas perplejas, aunque luego todo se aclaro y supimos que era una confusión.

– Abue ¿sabían quienes eran ?

Hasta éste momento, jamas nos dimos cuenta, de quienes se trataban, solo sabíamos que vivían en el mismo barrio.

–Mi amor ¿sabias que tu abuelito componía canciones?

–Si abue, claro que si! ¿porqué?

Pues hija mía nieta querida, nuestra casa, era humilde y llena de amor, luego fue testigo de los cuatro cirios, en el día de su velación, y ese era el mismo titulo de una de sus canciones, pues nos había profesado su propia muerte al componerla, era el paso a paso de nuestro dolor.

–Abuelita, no vallas a llorar!

Tranquila mi amor, solo quedaron unas cuerdas de guitarra, huérfanas sin su dueño y de micrófonos que dejaron de recibir su voz, donde mis hijos crecieron sin poder tenerlo a su lado, y disfrutar de su vejes, de su sonrisa y de su talento.

Hay abuelita, ¿si quieres dejamos hasta aquí de mi abue, si?

No querida, yo te quiero seguir confesando mi dolor, este dolor que aun duele en mi pecho y que su imagen me llama en cada noche al dormir en las noches sin su presencia hija mía.

–Esta bien abue te escucho!

Todo cambio, en nuestras vidas, ¿sabes?

-Tuvimos que empezar a trabajar, comenzamos a dividir muchas de las obligaciones que yo hacia antes, yo salia a trabajar de 6 de la mañana y volvía a las 10 de la noche, haciendo el rol de tu abuelo, y tu tía mayor me cubría en los quehaceres de la casa, con apenas 9 años. era una angustia que me carcomía todos los días.

Cada uno, sufríamos nuestras propias decadencias, tratábamos de superar el vacío que la violencia de este país nos había ocasionado como familia, obligándonos a continuar así, con nuestros retos diarios, por muchos años mas. no podía dejar de mencionar que nunca aparecieron los tantos amigos, que hacían parte de la lista larga de las borracheras de mi esposo. y si querida mía, era nuestra cruda realidad, nada fue fácil,

-¿Mi abue?

Dime mi amor,

-¿Puedo ir un momento al baño? no me demoro,

–Claro que si querida, yo te espero,

Y mientras tanto la abue, salia a la cocina a servirse una limonada para ella y su nieta,

–Listo mi abue, luego que sucedió, cuando ya enterraron a mi abuelito como fueron sus vidas

-Hay hija nos pasaron cosas muy tristes, pero fuimos valientes, a veces felices,

La mayoría de los fines de año solo eran trabajo para mi, hasta tarde, ellos se las arreglaban para sentirse acompañados, el día de brujas, tu tía les hacia sus disfraces y los sacaba a la calle, mientras llegaba a casa.

Y tu tía adriana, al ser la menor, la cuidaban con mucho amor, ella se había convertido en nuestro aliciente, valentía, sabíamos, que teníamos que continuar, por ella, teníamos que cubrir el vacío que su ausencia nos dejó.

–Claro abue, era la esperanza y la felicidad de todos, no?

-Si mi amor así es, ahora desde el día de la muerte de tu abuelito, siempre me vestí de negro, siempre llevaría su memoria de luto conmigo de esa manera, pero tu tía mayor se vestía de apariencia oscura, y de actitud sombría, me asuste! hasta que un día le hablé, y le sugerí cambiar esa actitud y el color de su ropa, ella me decía que se sentía muerta en vida, era una adolescente, y aun sufría por su padre.

–Que triste mi abue,

-Hija, una noche tu tía desesperada, cansada de pasar tantas cosas se acostó, y sin saber que yo la escuchaba, le decía a nuestro Dios,

-Me gustaría tenerte al frente para decirte,

«Papá, donde quiera que estés quiero que sepas que te amo con todas mis fuerzas y que ojala pronto, muy pronto, nos volvamos a encontrar, y de rodillas lloraba, y se golpeaba el pecho, se sentía sola, y se la pasaba triste, y se quedo dormida, mientras que los otros jugaban, en la otra habitación. tenia solo 15 años»

¿Y tu, que hiciste mi abue?

-Jumm, pues esa noche por muchos años le clame a Dios para que me ayudara, porque me sentía mal, ya no sabia que hacer, pero ¿sabes? un día Dios, se apareció en mis sueños y me dio la mas bella noticia, cumplió el sueño de volver a ver a mi esposo,

-¿En serio abue?¿como?

Amor, pues esa vez lo vi, más joven, y hasta con alas, ya tenia la oportunidad de manifestarle lo mucho que lo amaba, y abrazarlo, mis hijos al verlo, lloraban de felicidad, y tu tía me decía,

¡Madre! no comprendo porqué muchos hijos dejan a sus mayores,

No hay remordimiento, los dejan tirados en cualquier parte, y los obligan a vivir en condiciones infrahumanas, son maltratados psicológica y físicamente, que clase de hijos son. ¿Porqué no entiende que son seres bellos nuestros abuelos y nuestros padres? que debemos brindarles amor, de su verdadera familia, nosotros sufrimos al no tenerlo a nuestro padre, y otros, sus papás son más que un estorbo, nosotros anhelamos besarle siempre y acariciar sus canas blancas, y ellos les fastidia apoyar su mano.

Mensaje del ángel para la humanidad es:

¡Amen, respeten a sus mayores, brindarles protección, cuidados, felicidad, y ya no más abandono!