Autobiografía de una pareja que peina canas

Autobiografía de una pareja que peina canas

Autobiografía de una pareja que peina canas.

Amor otoñal

Cuando han pasados los años el amor de primavera se vuelve amor otoñal, amor intenso y maduro, de saber que con el tiempo, con una mirada basta para entender en el otro, todo lo que está sintiendo.

¿CÓMO SERÁ ENVEJECER JUNTOS?…

Busqué recuerdos, no sin nostalgia, si con mucha emoción, lágrimas y sonrisas al ver fotos, al recordar bellos momentos, también momentos que nos marcaron, porque simplemente quise expresar sentimientos, sensaciones, de nuestra vida como pareja, como familia, desde que hace cincuenta y seis años juntamos nuestras manos y así comenzamos a andar el difícil camino de la vida, llevando como equipaje nuestro amor. El tiempo pasa rápido, fuimos creciendo sin darnos cuenta, la vorágine de lo cotidiano ayudó a no detenernos ante las responsabilidades. En ese amontonar de sueños e ilusiones, ese amor se multiplicó por tres en los seres más importantes de nuestras vidas, Julia la mayor, Fernando el que sigue y luego Martín, con ellos la casa se llenó de ruidos, de risas, de juguetes desparramados, de pañales, de fiestas de cumpleaños, de guardapolvos. Y fueron creciendo, tratamos de acompañarlos, aconsejarlos, de lograr en ellos las personas que hoy son y que nos llenan de orgullo. La tarea no fue fácil, pero la recompensa es muy buena, de pronto cada uno partió en busca de su destino llevando en su mochila consejos, miedos, esperanzas, expectativas sobre el futuro. Partir cuesta, pero era necesario para ellos, hoy que son padres nos entienden mejor. Volvimos a quedarnos solos, tan unidos como al principio, contemplando nuestra obra de amor. Y la familia comenzó a crecer, nuevas y queridas personas se incorporaron a la realidad cotidiana, Sergio, el yerno, Patricia y María Marta , las nueras, para llenar esa mesa de domingo convertida en un agradable bullicio de alegría y de placer. La madurez venía a nosotros, y en esa madurez un racimo de vidas nuevas, capaces de mover las estructuras más sólidas fueron llegando, en distintos momentos. Matías el mayor, incertidumbre, miedos, alegrías de abuelos primerizos, la ansiedad por ir a verlo los interminables días sin verlo hoy de 23 años, compinche de su abuelo desde que se quedó en nuestra casa, con apenas nueve meses, semas enteras y cada vez que debía irse lo hacía llorando, el extrañar era recíproco , Lucía de veintiuno, ojos de cielo, dulzura, sonrisa tímida, risa de cascabel, con su mirada lo dice todo, expresa tantos sentimientos, como cuando acurrucada en mis brazos decía :- tengo ganas de abuela, y me hacía saltar el corazón de gozo, hoy futura abogada. Román, con sus hermosos veinte, tan deseado y esperado, mantiene la carita pícara, un manojo de ternura y cariño, gran cervecero artesanal. Mariano, dieciocho años, de chiquito todo audacia, peligro y riesgo, pero adentro de ese torbellino se amontona tanto amor, hoy estudiante de Licenciatura en Física, enorme trabajador solidario. Celina, gran y reconocida jugadora de vóley, también dieciocho, fue y es un remolino de charla, risas, algún caprichito, muchos besos y abrazos en esa catarata de cariño, empieza su carrera universitaria, Turismo . De esta primer grupo de nietos pasaron varios años y la familia volvió a crecer, sorpresa!!! Llegó Juan, de quince años, libre, independiente, un poco travieso, guarda en su corazón los abrazos más fuertes y sinceros, estudiante secundario. Paula también de quince años , nos mantuvo en vilo hasta su llegada , hoy es un huracán de palabras y hechos, sabe todo, expresa todo con conocimiento sin timidez y con mucha gracia, heredera de la abuela como cocinera, también muy buena alumna en la secundaria. Manuel no fue sorpresa, sabíamos que vendría, hace ya trece años, comprador, cariñoso, siempre dispuesto al saludo, y al beso, sus ojitos hermosos lo delatan, en una nueva realidad, primer año de estudiante secundario. Los años fueron pasando y oh!! , novedades, hace cuatro años llegó Marcos, que decir de él, travieso, un poco caprichoso, el más chico de cuatro varones, super consentido, un mimo al alma en este momento, ya grandes, de nuestra vida, y son ellos los que hoy inundan la casa de alegría y juventud, entendiendo que la experiencia sirve, es recíproca con los más chicos, intercambiando conocimientos, vivencias , nos actualizan con la tecnología que nos permite estar comunicados, por ejemplo, y tantas cosas compartidas guiños cómplices, secretos, pero sobre todo están pendientes de nosotros. Y la vida fue pasando, nos puso a prueba muchas veces, nos cruzó obstáculos, hirió nuestra buena fe, nos llevó afectos muy queridos e irremplazables, pero a la adversidad la enfrentamos estando siempre juntos, luchando hombro a hombro, corazón a corazón, protegiendo “nuestro mundo”. Pero también la vida nos dio muchas cosas buenas, muy buenas, que se fueron dando en el transcurso de estos cincuenta y seis años, si cincuenta y seis. Nos prodigó en afectos sinceros, simples, hermosos, son los que comparten nuestra mesa, los que se alegran con nuestras alegrías, los que acompañan nuestras penas. A veces, mirando atrás en el tobogán del tiempo, lo vivido vuelve a resurgir y lo inimaginable de ayer se muestra lógico en la realidad de hoy, engarzando los eslabones de todos los momentos que transcurrieron, que son marcas grabadas a fuego que no se borran nunca más.

¿CÓMO ES ENVEJECER JUNTOS?

Sin darnos cuenta somos ya adultos mayores que a pesar de algunos achaques, las canas, la jubilación nos sentimos bien, acompañándonos, con el amor de siempre, siendo amigos y sobre todo compañeros.

Y qué cosa rara, si no fuera que el espejo refleja los cambios físicos, arrugas, que son los surcos que da la vida a los rostros que fueron diseñados por el tiempo, muchas veces con caricias, muchas otras con zarpazos, pero muchos son los besos desinteresados que llegan al fondo de nuestras fibras cuando vienen de esos amores que son parte del diario vivir y se nos refleja el alma en esa imagen certera que hay que saberla aceptar y valió la pena hacerlo. Mantenemos vitalidad, mente lúcida, activa, con deseos de seguir adelante, de no aflojarle a la vida. Lógico los pensamientos, necesidades y expectativas también son diferentes de aquellos años lejanos cuando empezamos la relación en pareja, pero las inquietudes, ahora más calmas, siguen adelante enfocadas quizás en esas personas que son la razón de nuestro existir.

Y me hago otra pregunta ¿QUÉ ES LA VEJEZ, QUÉ SIGNIFICA SER VIEJOS?

Es acaso estar enfermos, achacados, desmemoriados, o es saber tomar los hechos como se presentan, es estar dinámicos a pesar de los años, es tener y continuar proyecto iniciados, o ansiedades que tal vez parezcan mínimas, como es poder reunirnos con otras parejas mayores como nosotros, jugar al chinchón después de una buena cena, reírnos hasta la madrugada, tomar una cerveza o un whisky, comiendo algo dulce, charlando de las cosas lindas que nos pasaron, vacaciones, reuniones, cumpleaños y tantas anécdotas de aquella juventud pasada, es disfrutar el día a día , sin horarios ni obligaciones, aplicando un dicho propio, soy abuela, tengo canas, pero vieja jamás, es vivir sin darnos cuenta con toda la normalidad posible que el sosiego de los años da, agradeciendo siempre a Dios que nos permite vivir este período valiéndonos por nosotros mismos, dejando de lado la vejez como algo despectivo, humillante, sintiendo que valoramos nuestros cabellos blancos, adaptándonos lo mejor posible a la realidad del presente, tratando de estar renovados, informados , la actualidad lo pide si no queremos estar más atrás de las circunstancias del diario transitar .

Por último ¿MIEDO A LA VEJEZ?

Creo que ese miedo se manifiesta cuando estamos en la etapa media de nuestra vida, cuando aún tenemos tantas perspectivas hacia adelante, hacia el futuro, viviendo como si todo fuera urgente, que es una carrera y que no vamos a llegar , es claro que en esos momentos no nos damos cuenta que a veces dejamos cosas importantes de lado por arribar a más, no sabemos todavía que hay cosa que el transcurso del tiempo nos va a ir enseñando, pero claro, éramos jóvenes y lo vemos ahora cuando estamos ya inmersos en la plena madurez, cuando tenemos una visión muy diferente de la vida, cuando la vejez está ahí nomás y ansiando poder llegar, dar un paso más, transitarla lo mejor posible, prolongándonos en ella con la esperanza de disfrutar tranquilos, no por eso menos intensos los momentos que van ocurriendo , viviendo el día a día, etapa tras etapa de este presente, y por qué no de ese futuro incierto que deseamos conocer, siendo actores y no mero espectadores, de este mundo que nos toca caminar.

Y como decimos cada Navidad y Año Nuevo, por el tiempo que vivimos, por el que nos queda por vivir ¡¡Salud amor!!!

COMO FUE ENVEJECER Y SEGUIR JUNTOS?

Porque a los lechos de rosas supimos disfrutarlos.

Porque a los lechos de espinas pudimos enfrentarlos.

Porque la vida nos premió con hijos.

Porque los hijos nos regalaron nietos.

Porque son la proyección de nuestra vida realizada.

Porque siempre fuimos compañeros.

Porque los años nos dieron experiencia.

Porque aprendimos a comprender y perdonar.

Porque nos tuvimos paciencia más allá de los defectos y virtudes

Porque logramos superar dolores

Porque lo más importante que nos une es amarnos.

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