Robert Edison: Chef de restaurante de más de trescientos años de antiguedad. Tipo , con cara de canónigo, bizqueaba del ojo izquierdo; su bata siempre. impecable. .

Era socio con Carlo Longui…Director, ambos herederos.

Carlo era engreído, con don de mando ; si alguno no le echaba con gracia sal a la comida, lo despedía.
En cambio a la ayudante de cocina: Sara, la trataba como a una reina; Esta era atractiva y limpia, comentó un día que la invitó a comer de menú para que notara el cambio de los sabores sencillos.

Lo que ocurre es que es un cicatero; Encima me hizo pagar los cafés.
Tenía sentido del humor, decía que los trabajadores deberían mirarse en los espejos.. de las ollas, para ver si estaban bien peinados.

La víspera de Navidad, llegó el CHef para organizar los menús especiales …Empezó a subir por aquella cochambrosa escalera, sus pasos crujiana cada paso, las luces se habían apagado por la tormenta; miró para abajo y le pareció ver una sombra …Aceleró el paso; entró en la cocina y cerró …Pero…

_ ! Horror ! Dijo, ¿ quien anda ahí corcho?.
Era su socio Carlo que dando una patada la abrió de un plumazo.
_ ¿Como te atreves a entrar así? apestas alcohol.
_ Apesto a alcohol, y hasta tengo ¡SIDA!¿ lo sabías?, mientras le apuntaba con un arma.

_!No dispares estás loco! ¿Dime que quieres? somos amigos…Le decía ;Entonces lo cogió de la muñeca intentando arrebatarle el arma…Pero Carlo disparó, le soltó un balazo en el cuello. Fue un disparo preciso que la cara entera salió disparada a la olla donde se cocinaban las carrilladas de cerdo; El agua dió un salpicazo y los fideos quedaron pegados en los azulejos oscuros de la cocina, manchados de sangre, como gusanitos en salsa de kechup.

Todo el personal de cocina se arremolinaba junto al cadáver con horror. los agentes, …Les llamó la atención los fideítos pegados en los azulejos y quedaron boquiabiertos cuando se asomaron a la olla.

_No eso hay solo están las carrilladas de cerdo: Dijo la cocinera de turno.
_ De cerdo…Dijo el agente ! Esto es una carrillada de humano!, mientras la sacaba trinchada en un pincho de cocina…Era verdad, pensó que mañana abría un menú especial.
Otro agente encontró un casquillo de bala de calibre 25, y correspondía a la pistola de Carlo.
_!Alegría dijo…Hemos encontrado hasta el cascabillo del cerdo.


_Nosotros no hemos puesto estos ingredientes en la olla.

Alguien les dijo que Carlo estaba cenando con Sara la ayudante de cocina.
Estaban solos, los agentes se dirigieron a el.
_!Alto te ha delatado el menú especial de tu restaurante!.
_¿Donde guardas el arma? le dijo.

Mientras pensaba Sara salió de allí espantada; Y en el camino cuando la seguían los agentes se suicidó.
_Espero que no la encuentren pensó Carlo refiriéndose a su arma.
Pero la encontraron, estaba escondida en un viejo botafumeiro que guardaba en el fondo de un baúl.

Teresa Ferrer Garcia.

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