Es una historia corriente, de una mujer pérdida y sola en la vorágine de una vida llena de claroscuros, de miel y de hiel, del sabor amargo del limón.
Sin familia, sin trabajo, sin esperanzas, luchando contra molinos de viento, sabiendo a ciencia cierta que nunca ganará.
Los molinos son más fuertes y su fragilidad se incrementa al paso de los años. El sabor de su vida es el sabor amargo del limón, del limón verde.
Tuvo una niñez dura, sufrió los abusos sexuales de una mujer.
Vivió toda su vida con inquietudes, tristezas y ansiedades que nunca pudo superar.
Nunca tuvo el valor de cruzar la línea, aunque valor le sobró siempre.
La vida la maltrató, se levantó con cada caída y respondió siempre con la sonrisa, con la mirada franca y a pesar del sabor amargo del limón su rostro expresó siempre la belleza!!!.
Es una mujer hermosa, el dolor la embelleció como una maldición. Su belleza le trajo la mayor soledad.
Perdió un día todo y hoy vaga sin rumbo, sin destino y su final es el de las almas buenas, a las que el revés de la vida condena a la más absoluta soledad, a la desesperación y a un caminar errático a no se sabe dónde.
Almas pérdidas, almas solitarias, almas sin más destino que la tragedia de un final inevitable que las espera a la vuelta de cualquier esquina!!
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