Otro día mas

Suena el despertador. Lo apago. Sigue sonando. Lo apago. Sigue sonando. Lo vuelvo a apagar. ¿Porque coño sigue sonando? Lo estoy apagando y no para de sonar. Mi cerebro empieza a despertar, no estoy apagando el despertador correcto. Cojo el móvil. Lo apago. Ahora si, abro los ojos. Son las 9,15. Joder… tarde. ES TARDE. Me levanto de un salto, corro a la ducha. No me da tiempo, vuelvo a la habitación. Bragas, calcetines. Pantalón. No, esté mejor no. Camiseta. Zapatos…. tengo demasiados, debería venderlos o tirarlos o, no se, deshacerme de algunos, complican mi mañana. Café, necesito café, quiero llorar, quiero un café tanto que saber que no me da tiempo me rompe el alma. Vale, sigamos. ¿Llaves? ¿Cartera? ¿Seguirá en el bolso? Reza por qué así sea. Abrigo, hace frío. Vale, estoy lista. Me acerco a la puerta. Peixe… no le he dado de comer al pez…

– Hola pez, voy a llegar tarde por tu culpa, que lo sepas. Ojalá te pese en la consciencia.

Me pregunto si será más triste hablar con mi pez o echarle la culpa de mi vida en general.

Al final, pececillo, eres el recuerdo que me queda de mi ex.

De tantas cosas que me pudiste dejar… el jarrón de Bali, esa camiseta tuya que tanto me gustaba ponerme, tu porsche, un par de acciones de tu empresa…de todas esas cosas, ¿me dejas a Peixe? ¿En serio? Si hubiese aceptado tu petición de matrimonio ahora tendría una pensión maravillosa con la que mantendría los 5 o 6 perros que ahora mismo me estarían haciendo compañía en mi modesta casita con jardín. Iría en coche a trabajar. En vacaciones viajaría a sitios con playa y dejaría de ir al pueblo con mis padres y Peixe… ¿cómo puede vivir tanto un pez? No en cuanto a vivencias, es una cuestión de tiempo. Es un maldito pez naranja, es el bicho más común y fugaz de la historia de los peces de pecera. El mío es longevo.

Nunca te reproché que no le quisieses, eso deberías agradecérmelo. Aunque solo convivieses con él 4 meses. Cualquiera diría que el pez fue un intento desesperado de salvar la relación. Como quien tiene hijos cuando no está bien con la pareja o se compra un perro.

Ya casi no me acuerdo de ti. Solo Peixe me hace pensar a veces.