Desde el cielo me miras

Capaz que desde el cielo me miras, capaz que yo no estoy tan mal, tu voz se sienta a mi lado en los días que quiero llorar y en las noches que me encanta soñar. Tus abrazos se hacen eternos en mi memoria y ojala pudiera decirte todo lo que te amo, pero se, muy adentro mío; que al fin y al cabo sos una ilusión, sos 7 días que quisiste respirar y no pudiste, sos recuerdo en mí, sos todo lo que yo quería que fueras, sos el llanto de mi mama, el recuerdo de mi papa y los días que no pasan de mis hermanos. Sos esa imaginación dentro de mi cabeza, sos esa voz que me ayuda a seguir. Sos el cielo mismo, las nubes y también el arcoíris. Prometo descansar por vos, prometo ser todo lo que deseas (y un poco más).

Ya no estoy mal como antes, hace un par de meses cumplí 19 y vos, en mi memoria, y en la memoria de todos, también cumpliste mi edad. Estoy en la facultad y me aterra, me aterra a veces no encontrar el camino, no sentir nada si alguna vez decido romperme de nuevo (porque hace mucho que no lo hago). Me aterra dar un paso en falso, me aterra estar lejos de mama y que todo funcione mal. Pero también me alegra, me alegra poder elegir mi camino, pensar mis decisiones y estudiar lo que realmente me gusta. Me asusta el olvido, pero me gusta olvidar todo lo que me hace mal, es que los humanos somos así, de dos posibilidades siempre, de aprender a querer a alguien pero no querer aprender a hacerlo con nosotros mismos. De un si en la noche pero un no en la mañana.

Te vuelvo a ver y a escuchar cuando estoy sola, cuando pienso en mi futuro, en gritar para alejar las tormentas que llenan mi interior. Te vuelvo a olvidar y sos alguien que no fue en mi interior, pero a veces te siento en mis manos, en mi cabeza y caminando por mí. A veces estas más cerca de lo que creo pero a la vez, sé que tu lugar es en el cielo y no al lado mío.

Muy a menudo me pregunto porque te fuiste, porque la vida decidió por mí y no por nosotros dos, porque si te soy sincera muy a menudo siento que una parte de mí no está, hace tiempo que abandono mi cuerpo y ya no puedo mantener mi corazón latiendo por mucho. Te lloro y te imploro. Te imagino compartiendo todo conmigo, te imagino secando mis lágrimas y abrazándome por un corazón roto y capaz esto me hace bien, capaz aferrarme a este lazo imaginario me salva un poco todos los días.