El año se iba nublando, rumores de ser desplazado de la secretaría se escuchaban ocultos, todo se cumplió, las pérdidas supieron plasmarse y el horror pintó la tarde de sangre.

Osiris muriendo al atardecer, coloreando el sol, pero prometiendo su resurrección.

Casi trece años de vidas compartidas, de amor y sacrificios, de renuncias…La traición,la estafa, el robo…

De un día para el otro me volví a ver solo, horriblemente solo, las piñas que supieron propinarme reclamaron otras, pero propias, el dolor fue mucho, tal vez demasiado, pérdidas materiales se sumaron a las afectivas y el trago mutó en veneno.

Locura, súplicas humillantes, el odio presidiendo la escena y la muerte del ser amado…

El destino supo frenar el término prolongando la agonía, la venganza tiró los dados sobre un paño sucio de rojo, un juicio, la incertidumbre…, la cárcel…

Cobardía anudada a un confuso instinto de supervivencia cerraron esa noche la llave del gas.

Las pastillas nada hicieron, más cansancio, más sueño, mayor el desgano…, una doctora enojada, ellos no las toman, recetan…Sus palabras ayudaron, aunque pagas, como todo en esta vida.

Vivo…, implorante de fortaleza, desconociendo el mañana y escupiendo en los sagrarios de los templos, apenas he conseguido ponerme de pie…

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