Tras un sueño

Sí!, tuvieron en contacto durante largos años, tejiendo encuentros puntuales por medio de la tecnología, desifrando las comunes frases del día;¡hola!, ¿cómo estas?, ¡feliz año!¿cómo te trata la vida?., sin contar las palabras sin sentido, ésas que surgían al momento de cruzarse, sin buscarse.

Todo transcurrió sin mayor relevancia, sin un punto de partida sin ese punto de llegada. 

Cada quién en su mundo,  riendo a carcajada abierta, en silencio llorando, y en paz pensando. 

Pintando sonrisas en papel mojado, en lienzo manchado con pinturas secas,  sin ganas de algo más. 

Detrás de un volante,  comiéndose las carreteras como sables de doble filo, con sorpresas en cada pestañear de ojos.

Kilómetros tras  kilómetros de recorridos, como sus sueños que se esfuman al abrir sus claros ojos, antes de tomarse el café que tanto le gusta y allí, dónde la lánguida carretera se pierde igual que su mirada, donde el final no lo visualiza. 

Ella, tras su máquina de cocer,  puntada tras puntada,  uniendo brechas, cerrando abiertos, reparando malas costuras ajenas, donde se iban cociendo ilusiones desgastadas y desgarrada por el tiempo. 

Se hizo habitual, el; (¿amor que haces?).

Se despertó la ilusión marchita,  empezó a oler el tiempo presente, empezaron abrirse lazos ceñidos al pasado.

No se han olido sus pieles, no se han saboreado sus labios, no se han tocados sus manos,  no se han visto el uno, en el otro, en los ojos. 

El mañana se hace eterno, el pronto castiga al presente y las esperanzas se nublan de incertidumbres,  sus sueños se cruzan sin horarios definidos. 

Cada uno se abraza a una almohada fiel y silenciosa  que se hace cómplice sin querer .

El tiempo seca las lágrimas que limpian el alma, que llora en silencio y calla para siempre.

Halando ése día, cada uno ruega,  como un rosario interminable, sin pensar que también están halando la muerte inevitable de cada ser viviente.

Se disfrutará lo poco ó lo mucho que reste de tiempo, se comerán entre ellos, se amaran como piensan y desean. 

Y como todo carretera tendrá su final y, como toda costura la suya también, allí dónde terminen, allí empezará ése amor de otoño, ese amor de espera. 

Si, ellos con los mismos objetivos, las mismas pasiones y, a la vez, tan distantes….