Autoreivindicación sobre el estigma del TLP

Autoreivindicación sobre el estigma del TLP

Helena Práxedes

10/03/2022

Hace unos años me diagnosticaron Trastorno Límite Personalidad. La mayoría de gente no ha oído hablar nunca de él, pero es normal. Cuando todavía no se sabía a qué era debido, los especialistas lo llamaban cajón de sastre, y cuando algún paciente iba con alguno de los ahora reconocidos 9 ítems, no sabían cómo etiquetar al paciente. Así que como les daba mucho trabajo, lo metían en ese cajón, lo cerraban y tiraban la llave. Al fin, en 1980 sal trastorno se le llamó TLP, y se describieron los síntomas:

incapacidad de regular las emociones. Ataques de ira. Hipersensibilidad. Sensación de vacío. Ideas autolíticas. Miedo al abandono. Relaciones  turbulentas. Imposibilidad de conservar un trabajo. Agresividad verbal. Impulsividad (consumo de drogas, promiscuidad…).

Cuando los primeros pacientes diagnosticados de TLP acudieron a las consultas, algunos psicólogos rehusaron atenderlos y con el rostro enrojecido por la rabia y el ego herido por no saber cómo proceder argumentaron: «¡Otro cajón de sastre! ¡Al baúl!».

Hay gente que me pregunta: «¿Tú que tienes, TNT?». Yo les contesto muy cáustica: «Sí, voy a estallar en breve».

Así que mi emoji sería una cara roja iracunda, tachada con una X y con TNT en la boca.

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