Evidencias
Una silueta marcada con tiza sobre el suelo. Cuando pude volver a entrar en nuestra casa, cuando ya no se consideraba el escenario de un crimen, comprobé que nadie se había molestado en limpiar la tiza. Hicieron fotos de nuestro piso, del salón, de tus pertenencias, y me pidieron que las mirara una y otra...