EN CUALQUIER SEMÁFORO DE CUALQUIER CIUDAD.
Venia volando la esponja, no sé de qué latitud, se reventó contra el cristal; el detergente atrapo desenfrenadas palabras, las burbujas intentaron contener toda esa explosión. Nadie se dio por enterado. El intenso calor pretendió volar el radiador, una pausa en la música, el semáforo que no cambia, el locutor informa: que el índice per-capital de vida está disminuyendo, que la enfermedad post- modernista, es el estrés.
¡…zo, No joda! el cristal esta rayado. click, click, bang, bang. En el estrado la magistrada dicto: medida de coerción a la esquizofrenia. La ciudad es consumida por el agitado transito, los transeúntes siguieron sumergidos en una burbuja de sueños. Y pregunto, quién enterró al limpiavidrios, porque no escuche nada en las noticias de las 7 de la noche.
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