Os comparto el cuento de nunca acabar, un relato que me obliga a insertar una breve reflexión que va más allá de mi vanidad como escritor o narrador (esa que sueña con el premio y el reconocimiento de mis iguales). Hoy trato de compartir con ustedes, amigos de la lectura y de la escritura, una breve y desgraciada historia que, en mi país, está más vigente que nunca. El emigrante deshumanizado.
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