Una playa,
una joven estresada,
un enigmático desconocido
y una improductiva e incomprensible tarea…
Al menos en apariencia…
¿O no?
Cada vez que mi hija regresa estresada del trabajo y le sugiero ir a dar un paseo junto al mar, ella me mira divertida y me pregunta si la voy a poner a contar granos de arena, recordando aquella historia que con tanta pasión nos relata mi madre, cuando, en su juventud, coincidió con aquel enigmático desconocido en una hermosa y lejana playa.
Tema musical: «The peace giver», Stephen Rhodes, 1994
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