CUENTO CON OLOR A CHOCOLATE

Desde pequeñas recuerdo un cuento con olor a chocolate que nuestra abuela nos contaba antes de cerrar los ojos e irnos a dormir, para que no tuviéramos miedo de la oscuridad ni de la noche, cada vez que mis padres se iban a recorrer mundo, nos quedábamos con ella y siempre se inventaba un cuento cada noche.

Nos decía que todas las noches  venían unos gnomos de un país muy, muy lejano, con un saco de color verde y un lazo dorado, cargado de chocolate para todos los niños que se portaban bien durante el día. Esos gnomos no tenían nombre, iban con unos atuendos particulares, con zapatos en forma de babucha, porque venían desde un país con mucho frío, traían calcetines de colores y rombos, pantalones pana de color verde, un chaqué a conjunto, además de un sombrero en forma de punta , del color que tenéis en mente .. sí! exacto VERDE. Mi abuela mientras nos arropaba, nos decía que estos gnomos pasaban por las noches con el dulce, comprobando con los adultos primero, si se habían portado bien los niños y niñas de esa casa, ya que tenían una lista con los nombres apuntados, se acercaban sigilosamente a la habitación para confirmar que estaban durmiendo, y dejaban una dulce de chocolate debajo de la almohada, que al día siguiente saboreaban las niñas con una sonrisa enorme en la boca.

Con el tiempo supimos que era nuestra abuela la que introducía el chocolate debajo de la almohada, pero nos hacía las noches con fantasía y sabor a chocolate por la mañana.