Abbie Corría y corría en medio de ese intrincado bosque de angustias y desesperación; pensó que lo hacía en círculos, que no avanzaba, no podía más, secuestrada por aquellos horribles hombres, casi siempre le tenían amarrada, no entendió cuanto tiempo estuvo encerrada en aquella habitación del sótano, una pequeñísima ventana; solo podía ver ese inmenso Portal que le separaba de su vida, solo percibía el ir y venir, gritos aterradores de personas y voces de aquellos que coartaban su libertad.
Un incendio inesperado, las llamas le permitieron escapar; el corazón le oprimía, le latía aceleradamente, las piernas no le respondían, se ahogaba, sus fuerzas se desvanecían pero no claudicaría ante el intento de liberación; sedienta, acalorada llegó a un pequeño arrollo, lavó su rostro y mojó sus ropas desgarradas, continuaba corriendo; oyó el bullicio de los perros y de esos hombres en su búsqueda, desesperada se caía y levantaba una y otra vez; en la oscuridad rodó por un empedrado y se lastimó, los sentía muy cerca pero pensó que el esfuerzo valía el intento; adolorida logro alejarse.
En medio de la nada divisó una pequeña cabaña de madera, que alegría no podía creerlo,estaba exhausta, se aproximó sigilosamente y pudo ver que estaba completamente deshabitada pero confortable, sin pensarlo entró, necesitaba descansar, en momentos el cansancio le vencería….
De pronto era de esperarse sus perseguidores llegarían, le pudieron ver de lejos; después de una larga e interminable noche le habían encontrado;Sintieron pena por ella; acostada bajo un tumulto de hojas secas y escombros de un árbol, casi desnuda, inerte, estaba allí con su rostro hermoso que parecía indefenso; totalmente dormida… ellos pensaron:
– Pobre Chika tan joven, menos mal que apareció, en su delirio de persecución y paranoia es un peligro a todos; la ultima vez intento quemar a sus hijos, les creía monstruos sin cabeza…
Padecía de una triste y cruel demencia..
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