El Retorno de la Calina
Nunca pensé que el calor pudiera tener memoria. En Santa Cruz, el aire se pega al cuerpo como si quisiera adueñarse de los recuerdos; uno suda no solo agua, sino también pasado. Llegué a la ciudad después de una llamada breve, de esas que parecen venir desde un sueño olvidado. La voz era de mi...