<?xml:namespace prefix = st1 ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags» />LA DESPEDIDA
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Se acercaba el momento del adiós y con él,
pondrían fin a su relación. Quedaban dos minutos
para que saliera su tren. Se miraron con un hondo
pesar pero no dijeron nada. No hubo lágrimas,
cada uno trataría de afrontar su dolor en soledad,
donde no se viera comprometido su orgullo.
Sólo hubo una mirada intensa, profunda, interminable…
y con los ojos llenos de pasión y el corazón azorado
se cogieron las manos y se abrazaron en silencio.
Él subió al vagón y se volvió para mirarla.
Ella desde el andén vio como se alejaba su vida.
Quería decirle tantas cosas…y no le dijo nada.
No había nadie en la estación, sólo existían ellos dos, el alma desgarrada, el amor que se iba…
Cuando el tren echó a andar sintió que las piernas
le temblaban, que su ser la abandonaba para irse con él.
Fue entonces que sus ojos se nublaron y su corazón dejó de latir.
Sólo emitió un sollozo cuando sintió un leve roce en su mejilla
y unos labios rozaron los suyos.
Abrió los ojos y él la abrazó con dulzura devolviéndola de nuevo a la vida. Todo había sido un sueño.
Maroco.
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