Sentada en un banco, desde el anden, parezco Penélope de Serrat, contemplo los trenes uno tras otro pasar, imaginando historias de vidas realizadas, o no cumplidas, cogiendo o dejando escapar, ese tren, que de una u otra forma, siempre para bien o mal, puede llegar a marcar tu destino.
La mía la marco, uno que iba hacia Valencia, un ángel muy especial, un 25/06/2013, llamado no se si decirlo así AMOR.
Y la completo otro, un 24/07/2013, más espectacular e imposible, que se pudiera sentir cosa igual.
Queda el definitivo, el de la realidad, pero para que pase ese tren, aún queda un tiempo, que puede pasar rápido o eterno, según lo que pueda suceder.
Pero ese, que espero, sea el mejor, aún esta por escribir.
Será posiblemente en septiembre de 2013, en el romántico marco de Benidorm, mirando al mar, será el definitivo, el de la realidad.
Fue la historia más especial de mi existencia, llegó tarde pero segura, fue brutal y dulce a la vez, una experiencia y una locura maravillosa, algo para no olvidar, nunca.
Es mejor jugar, perder, recordar, que no sentir y lamentar no haberlo vivido.
FIN
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