Patente para trabajar

Editado, modificado, el correcto con los datos correctos, el que posiblemente sea suficiente.

Ayer busque nuevamente y talvez esta vez envie nuevamente, reviso y sigue sin respuesta.

Muestro este apartamento, arriba, lo miro todo, aquel carro, aquella pareja sonriendo desde sus ventanas, en su acogedora sala. Melancolicamente miro el correo en mi celular, no hay respuesta. Bajo nuevamente, el cliente ya tuvo suficiente, decide seguir buscando por otra parte.

De fantasía se alimentan mis sueños de aquel hogar, aquél exito. Me he estancado, he estudiado pero no me han querido dejar ser alguien en un cartón, dinero querrán; Casarme, algún día pueda, si es que el cliente decide comprar y yo un millón poder venderle. Llego nuevamente a casa de mis padres, mi madre penando, buscando también, porque el dinero no alcanza y los sueños que desbordan y no hay como hacerlos realidad.

¿De que me ha servido?Estudiar arduamente, entregar mi tiempo y dedicación a una carrera vacía que hoy en dia es Licenciatura en corruptología, haber llegado a un estatus de excelencia, si todo lo que obtengo es «usted no puede graduarse porque sabe demasiado» , «Usted no aplica a la plaza porque es muy joven para dirigir pero muy adulta para ser empleada». ¿Cuantos nos hemos topado con que somos buenos pero que eso no nos asegura, que el día de mañana podras estar tú en esa ventana disfrutando en tu sala, viendo desde la terraza de tu casa, pensando en lo que haz estudiado y vivido y que todo valió la pena?

¿A donde ha llegado mi desesperación? Buscar pero no encontrar, postularme hasta de lo que no podrian rechazarme, aun asi vuelvo sin nada a guardar mis sueños. Definitivamente tuve que haber nacido con cinco años de experiencia para ser ejecutiva.

La culpa es mía, por querer estudiar para cambiar el mundo, creer que al ser inteligente tendría más valor que el dinero y que al querer y poder hacer de todo, tendría más oportunidad.

Emprender para volar pero no poder volar porque no hay con qué emprender, un dilema, un tabú o un paradigma quizás.

¡Cuantas alas ha cortado el monopolio! , ¿para cuantos pies alcanzará el balde?, si para llegar a lo que me dará de qué vivir está debajo de tanta suciedad.