Aquí me encuentro otro lunes mas tratando de apagar el despertador, entre el dilema de levantarme o no para ir al trabajo, Soy Allison estoy por cumplir 25 años a esta edad pensé que ya tendría todo lo que siempre quise, pero no cuando el frió de la realidad te golpea a la hora de crecer te das cuenta que no es así, trabajo en una empresa de publicidad soy asistente en pocas palabras se resume sacar las fotocopias y llevar café y aguantar el humor de mi jefe que se que en el fondo me odia y que espera el mas minino error para despedirme, así es todos los días no desayuno siempre lo omito siempre estoy corriendo, y para ajuste de penas estamos en invierno, y tengo que llegar más temprano ya que mi jefe hoy tiene junta y espera tener su café en su escritorio antes de entrar, cojo el autobús y mientras llego recuerdo que con mi padre nos poníamos a hablar de nuestros sueños cuando yo le decía que iba a ser la mejor escritora y el orgulloso me miraba y me decía que iba a ser mi fan número uno, no puedo evitar dejar escapar unas lagrimas ya que en el fondo se que le he fallado y estoy muy lejos de hacer ese sueño realidad, el día se pasa largo, lo bueno que llegue antes que mi jefe estaba su café servido y la parte buena es que en todo el día no lo vi, en la noche me junto con unos ex compañeros y mientras todos hablaban de sus logros, de sus carreras exitosas siento un profundo vació y no es envidia si no que no tengo nada que contar, la mayoría de mis compañeras están casadas y hablaban de sus hijos y esposos, y por el otro lado mis compañeros hablan de sus trabajos, asensos y todo lo que han conseguido, me siento tan insignificante, tan miserable, así que mejor me retiro me voy a casa al entrar lo primero que hago es verme en el espejo y comienzo a llorar ya que no me reconozco, así empiezan mis días grises. Así transcurren los días hasta que encuentro a esa persona que va ser mi salvación mi punto de partida, es extraño pero la persona que me no me caía bien me hizo abrir los ojos y a poder empezar de nuevo, yo quería cambios rápidos y tangibles pero no estaba dispuesta a cambiar, y desde ahí ya estaba mal, así como Alex mi compañero de trabajo me ayudo al principio lo consideraba un imbécil pero conforme el tiempo se convirtió en uno de mis mejores amigos, y en cierto forma me recordaba a mi padre, en su forma de ver y cuando le enseñe lo tenía escrito y le comente de la historia que quería publicar le conté como surgió La Idea de Elena y era el tipo de historias que quería contar esa idea viene desde que tengo cuatro años y como mi padre me animaba a seguir, pero en el camino aprendí que fracasar también me sirvió, y darme cuenta que no quería seguir un trabajo que odiaba , y así han pasado meses desde que renuncie al trabajo y me concentre en terminar la obra de Elena pero me di cuenta que nunca había sido tan feliz, sigo esperando la oportunidad en que una editorial se interese por mi obra, pero en algo me parezco a mi padre nunca voy a dejar de insistir, ya que los días grises ya se han ido y el sol ha empezado a salir …

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