En el mundo existen tantas personas con diferentes gustos en la lectura que sería tonto pensar que podemos complacer a todos con nuestras obras.
Puedes existir un modelo o estilo que complace a la gran mayoría de los lectores y quizás es esté el punto al que desean llegar algunos escritores con sus obras literarias. Claro está, el que desea vivir de sus escritos y obtener notables ganancias, lo deberá hacer. Pero, no quiere decir que es más escritor que otro, por quizás conseguir que muchos lean sus obras.
Cuantas personas llegan a comprar un libro, llenando una fabulosa biblioteca colmada de libros de escritores reconocidos, pero que tristemente nunca ha sido abierto, ni leído.
No siempre lo más vendido quiere decir que sea la más valiosa obra literaria, puesto que en algunas ocasiones, contamos con la oportunidad de leer ciertos relatos increíbles, escrito en una simple hoja de cuaderno, conteniendo las más creativas y mágicas palabras inspiradoras.
En el libro de Harry Sgczecin, “Correo Literario” encontré una crítica que dice: “Ha elaborado usted una larga lista de escritores cuyo talento no fue detectado en un primer instante por redactores y editores, después lo lamentaron y se avergonzaron de ello”.
Por esa he de pensar que el deseo de escribir nadie nos lo puede quitar, porque quizás se tenga problema, ortográficos, gramaticales en sí. Que simplemente pueden ser corregidos con amor a engrandecer la verdadera esencia a que otros no puedan lograr con todo y sus perfectos conocimientos literarios.
Cuanto critican sin tener el firme propósito de poder dejar volar su pluma el papel. Teniendo conocimientos de cómo poder hacerlo, pero la falta de muza, creatividad e imaginación, no les permitirá lograr crear nada. Queriendo apagar a muchos sus deseos de escribir el cual podría ocasionar que dejen de hacerlo y es allí el gran error, porque no nacerían los nuevos escritores que llenarán de magia y encanto a futuros lectores.
Regalemos esperanza al enseñar y obtendremos resultados asombrosos. Recordemos que no todos pueden levantarse del fracaso y las críticas destructivas.
Ya lo señalo en mi obra “Mi Sueño en Huesca”… “Un día leí una frase que grabe en mi mente, no sé quien lo dijo, pero realmente me toco y aún recuerdo. “ Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tú haces con lo que la vida te hace…” cada experiencia vivida es un aprendizaje que debemos conservar con honor, ya que nos hace ser cada día mejor; si usted me expresara que mis escritos son malo, aceptare su opinión, pero no por eso dejaría de escribir, ni olvidaría mis escritos aquí, debido que ellos son parte de mi aprendizaje y lo que algunos opinen de ello desfavorablemente o favorablemente dará motivo a continuar el camino de mi existir.
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