_¡Por Dios Santo! Menudo batacazo se ha llevado ese pobre hombre.
_¿Donde?
_ ¡Ahí mismo!, delante la oficina del Banco de la Santa Deria, Lo ha atropellado una bicicleta. Menos mal que alguien ha llamado a emergencias rápido, porque si no, seguro que se va al otro mundo, y aun así no se, no se…
La víctima del atropello es Pascual Maenpena y ahora mismo está en otra dimensión firmando un deseado contrato de prejubilación que pone fin a su actividad laboral, después de pasar 36 años trabajando en el Banco de la Santa Deria.
_¿Y que hará ahora Sr. Maenpena? -preguntó con una sonrisa de oreja a oreja el jefe de recursos humanos del Banco –
.-Nada, absolutamente nada. Toda la vida madrugando y currando como un negro, pues ahora, voy a vivir como un cura.
El tiempo pasa muy deprisa, y hoy ya hace siete meses que el pobre Pascual Maenpena accedió a tan deseado estado de prejubilación.
_¡Hombre Maenpena! – Saludó su excompañero Ángel – ¡ Que casualidad! me alegro de verte. Pero,..¡maldita sea! ¿que haces a las siete de la mañana con esa guisa?
_Nada, que me levanto cada día a las 6 y media para hacer bicicleta tres horitas, luego a casa, una ducha, después me entreno dos horas mas, para acudir al medio maratón, y me estoy preparando para hacer el Camino de Santiago, pero…¡ Ufff! te dejo chato, que tengo mucha prisa, si no llego a todo.
_¡Que bárbaro eres Pascual! Tómatelo con calma, que te va a dar un patatús.
Y sin decir ni mu, Pascual desapareció a toda velocidad en su bicicleta, ante la estupefacción de Ángel.
Ángel Custodio no supo más de él hasta el mes siguiente. Leyendo los correos de defunción de la empresa, encontró el de Pascual Maenpena.
_¡Cachi en la mar salada! – exclamó Ángel- Que ha palmado Pascual. ¡pobre hombre!
_¡Menudo disgusto! Pero bueno, ¿y de que se ha muerto? si era muy joven.
_Pues creo que ayer – contestó un compañero de Ángel -, en el entreno de la media maratón sufrió un infarto que lo ha dejado seco.
Y es así, que el pobre Pascual veía como le ingresaban ya sin vida en el Hospital de la Virgen Descalza, después de los denodados esfuerzos de reanimación de los sanitarios de la ambulancia medicalizada.
_ ¿Y ahora que? – pensaba Pascual- toda la vida currando, esperando la prejubilación, y cuando lo consigo, me pongo a trabajar mucho más que antes hasta que la palmo.
No le dio tiempo a a pensar mucho más al infeliz de Pascual, porque oyó alguien que reclamaba su presencia.
._¿Pascual Maenpena? – Le llamó una mujer que parecía una vestal Romana-
_Yo mismo
_La mujer repasó un formulario y fue leyendo pausadamente
_Creyente en.. ¿Cristiano? ¿Católico?
– Pues mire usted, yo – contestó Pascual dubitativo-
_Pues está lleno – replicó la fémina-
_¿Lleno? ¿El que esta lleno? ¿Lleno de que? -preguntó Pascual alarmado-
– Pues el departamento de cristianos, lleno de cristianos, ¿de que va a ser? Pero…¿es usted tonto o que le pasa?
_Mire caballero,- prosiguió la mujer sin inmutarse- será usted atendido en la división de politeistas, sección dioses romanos.
_¿Diosses romanooos? – grito Pascual – Oiga, pero..yo¿Que tengo que ver con…?
_Sr. Pascual Maenpena, haga el favor de sosegarse. Sepa que hacemos una estudio genético de las almas y Ud. tiene un gran número de ancestros que profesaban esas creencias.
– ¡Y ala! ¡A moverse! que hoy tengo mucho trabajo.
_¿Trabajo? ¿Pero que me está diciendo? ¿No estamos muertos?
_ Pero..¿Será impertinente? ¡Anda! andaa.. ¡pasa por esa puerta de luz y no refunfuñes más!
Pascual no tardó en ser recibido por un individuo con cara circunspecta y aspecto de santón.
_Vamos a ver Pascual. Está Ud. de suerte.
_ ¿Ah si? – replicó Pascual turbado- ¡Pues menuda suerte!
_ No sea cenizo hombre, Veo que en su vida terrenal tenía Ud. dotes comerciales, y creo que le podré reubicar dentro de sus últimas creencias en…
_Oiga, perdone un momento. ¿Es usted un Dios o algo así?
_ ¡Ay que risa! ¡Pero que gracioso es Ud.! Los dioses, nada mas se dejan ver en las efemérides importantes, están muy atareados.
_¿Atareados los dioses? Pero…¿esta usted loco o que?
_Perdone señor, aquí locos es imposible,,.
_¿Pero he de trabajar?
_Bueno, trabajar, trabajar, no. Porque no va a cobrar nada.
_A ver Pascual, aquí hay mucho que hacer. No paran de subir almas. Y además hay mucha competencia, sin ir más lejos las almas budistas crecieron el último ejercicio celeste un ratio…bueno ya le informarán en las reuniones de los semidioses, sólo le digo que aquí hay que darle duro y..
_¿Darle duro? ¿Pero como que darle duro? ¡yo no quiero trabajar!
_¿Ah no? ¿Quiere pasarse una eternidad sin hacer nada? Las almas no comen, ni beben, no hay televisión, ni Netflix, ni sexo, Mírese, no tiene sexo.
Pascual bajó la mirada hacia su entrepierna con timidez,
_ Algo tendrá que hacer. Tiene por delante la eternidad. Si no, menudo aburrimiento.
.-Bueno, pues como le decía, está de suerte. He encontrado una plaza en la división cristina, la Iglesia romana. Estará mejor que aquí. Sólo tendrá un Dios, y…vamos, que es más fácil.
Pascual comprendió, que el trabajo es innato al ser humano y descansar no es no hacer nada, sino cambiar de actividad.
En ese preciso momento que Pascual pensaba en como se adaptaría a la eternidad, despertó sobresaltado en una sala hospitalaria.
.-¡Huy! ¡Mira! ¡Ha abierto los ojos!
.-¡ Vaya batacazo que te has pegado chaval ! No te has matado de milagro. Llevas en coma tres días.
.- Pero…¿No estoy muerto?
.- Pues no, lo debes de haber soñado.
.-¿Y mi trabajo en la eternidad?
.- ¿La eternidad? ¿Que es eso?¿Una compañía de seguros? Déjate de trabajos y prepárate para una baja larga, que de poco la palmas..
.-¿Y entonces? ¿Tampoco estoy prejubilado?
.-¿Prejubilado? ¿Con 43 años?
._ ¡Anda! que vas a tener mucho trabajo de rehabilitación.
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