El verano es para divertirse

-Jacob…¿Estás seguro de esto? No sé si es buena idea…

-¡No seas gallina! Llevamos planeando esto desde haces semanas. ¿No crees que es un poco tarde para plantearte esas dudas?-Dijo este mientras miraba de reojo a su compañero con cierto tono burlón.

A ser verdad, él también estaba nervioso. Escabullirse del trabajo que les habían otorgado sus padres no era ninguna broma, y en cierto modo, llamarlo trabajo según las propias palabras de los muchachos, era todo un insulto. Cárcel era un significado que se asemejaba más a ese antro. En fin, a la edad de 16 años lo último que quieres hacer es pasarte todo el verano llevando cajas de aquí para allá en un almacén. Todo esto sería diferente si hubiesen sido mas cautelosos a la hora de jugar con el balón cerca de las ventanas del señor Rudborg, su detestable vecino.

La razón del plan entre manos era la celebración de la fiesta de su amiga Caroline, y por nada del mundo se la iban a perder.

-Bien. Ahora o nunca…

-¿A dónde creeis que vais?