El 5 de enero del 2008 muy temprano comenzó mi historia cuando ingrese a la escuela de Grumetes en Ecuador (escuela de formación para la marina) ese día me levante muy temprano para salir a cumplir mi sueño sabia que ese día no iba a ser igual que los demás, sabia que ese día mi vida tomaria otro rumbo era una joven pobre con un gran sueño de cambiar la historia de mi familia. Cuando llegue a salinas la ciudad que nunca habia visto ya que era solo para personas con clase social, me quede impresionada ver la playa hermosa con una ciudad muy cálida. Ese día llegue en bus con mi familia mi madre, mis hermanos y una maleta muy pesada la que estaba llena de mi nuevo cambio: uniformes, gorras, botas, material de aseo etc todo lo que un militar en formación necesitaría, ese día mis hermanos eran aún unos niños y ellos se emocionaron con el mar y que alegría que tenían, mientras mi madre y yo estábamos desconcertadas, ella dejaba a su niña en un lugar completamente desconocido. Ese día mientras mis hermanos disfrutaban del mar, mientras yo me encontraba como hoja en el mar revuelto, correr por aquí formar por allá daban ordenes con gritos apuros y alaraques, parecía que estaba entrando a una guerra. No sabia que existían rangos superiores ni nada, era algo totalmente desconocido. Cuando nos mandaron a los entrepuentes «habitaciones» a cambiarnos me saque mi ropa civil y mis tacos y empece a ponerme un pantalón jean que no era para nada femenino con una camisa azul y mis botas, mientras me cambiaba oraba a Dios que me de fortaleza para cumplir conmigo misma el propósito que tenia. Y de pronto las grumetes «personal femenino superior de la escuela de grumetes llegaron con tijeras y gritando ¡¡¡que lindo cabello de mis grumetes, despídanse de su hermoso cabello!!! de pronto sentí que una me dijo ¡¡¡ay que lindo cabello ya te despediste verdad!!! y solo dije si y con un gran grito me dijo ¡¡¡si que!!! reclutá….., la mire desconcertada no sabia que más responder. A lo que me miro y me dijo tienes que responder si mi grumete. Me llevo al patio al igual que mis demás compañeras y empezó a cortar mi cabello al cual bajo mí pobreza lo trataba de cuidar y lo tenia lindo era lacio y largo color castaño claro. Al momento escuche unas campanas sonar no sabia porque o para que y de pronto escuche a los más antiguos ¡¡¡corran corran!! a formar, salí a toda carrera era como que existía un incendio y cuando llegue a la formación me dolían los pies pues nunca habia corrido con botas y bueno una vez formados vimos a nuestros familiares yo tenia el corazón partido en Díez mil pedazos ya que jamas me habia separado de esa forma de mi madre. De pronto nos llevaron a la parte de atrás y nos enseñaron a marchar y regresamos al lugar donde estábamos formados al principio, y dieron un discurso donde decían a los familiares aquí dejan a unos jóvenes que cambiaran sus vidas, dejan a sus hijos y cuando los vuelvan a ver serán unos militares, dejan a muchachos indefensos y cuando los vuelvan a ver serán quienes resguarden la patria, dejan a jóvenes con el corazón en pedazos y cuando los vuelvan a ver serán jóvenes con el corazón llenos de cicatrices…… De pronto mandaron a romper filas y corrí hacia los brazos de mi madre y me eche a llorar, ese día llore como nunca sentía que un pedazo de mí me arrancaban por dentro, pues era la despedida de los familiares mi madre lloro conmigo y se le notaba que también estaba destrozada, a tal punto que llego a decirme que no me quede que me regrese a casa con ella y mis hermanos pero yo tenia que cambiar la historia, estaba cansada de ser pobre en casa nunca habia nada, dormíamos en un mismo cuarto y si íbamos al colegio era con uniformes viejos y con los zapatos hasta que aguanten y yo no quería lo mismo para mis hijos yo quería una buena escuela una casa cómoda y darle todo cuanto pueda a mis hijos y no me importaba cual sea el costo, aunque el costo de eso era servir a mi patria como militar que para una mujer es muy duro. Y en ese momento abrase a mi madre y le dije no madre yo me quedo aquí, mis hermanos aún eran pequeños y mi padre no era responsable a duras pena daba para comer. Yo tenia el peso sobre mis hombros quería salir adelante para apoyar a mis hermanos y a mi madre. Entonces luego de la despedida ellos se fueron y nosotros quedamos allí. De pronto empezó la osadía gritos por todos lados correr para ganarte un pan, en ese lugar nada es gratis todo tenia un costo y el costo era mucho esfuerzo y sudor. Nos acostábamos casi a las 12 de la noche y nos levantaban a las 5 de la mañana a correr, el día empezaba con pitos y alaridos formaciones, limpieza estudios, guardias etc pero así culmine dos largos años en formación militar llego el día de la graduación, que felicidad. Ese día me arrodille y di gracias a Dios por ayudarme en lo que le pedí al principio me dio mucha valentía, fuerza, voluntad y sobre todo mucho coraje para lograrlo. Salimos a formar y vi a mis familiares mis hermanos y mi madre rebosaban de alegría y yo… no empezaba la ceremonia y tenia el corazón apretado. Cuando termino la ceremonia corrí a los brazos de mi madre y le dije misión cumplida mamá, lloramos igual que el primer día los menos antiguos que dejaba me felicitaron y fuimos a ver mis maletas y partimos a casa con mi nueva vida, mi nueva historia de vida mi nuevo trabajo.
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