Querida mamá:
Te escribo, como me pediste, aunque ya sabes que esto de escribir no es lo mío.
He creado yo misma esta postal, para que conozcas a mi nueva mascota.
No tengo palabras para describir lo que siento por ella, pero el lema del anverso es bastante acertado: amor infinito.
El tiempo sin ti se me hace más soportable y se ha convertido en mi inseparable compañera de juegos. Hasta duermo con ella.
Su carita, su mirada, sus morritos, sus manitas… ¡Es que todo me encanta!
No te me pongas pelusona, que no te cambio por ella…
Y ya sé, ya sé lo que me vas a decir, que solo es una mascota, que no es como nosotros.
Pero ya sabes cuánto tiempo hacía que os pedía adoptar a una niña.
Tu hija que te quiere.
DESTINATARIO:
Kitty O’Malley
Callejón de las Maravillas 77
Colonia Felis
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