Me imagino ese momento. Un sudor frío recorre mi nuca. Y el nudo que llevo constantemente en mi estómago empieza a retorcerse. No me deja respirar, me oprime desde el vientre hasta la garganta. Es sólo un sutil pensamiento del «¿Qué opinarán?» y ya me hallo en jaque. No lo tolero más y me meto en la ducha. Es sólo una lectura, me repito casi sin parar. Inclino la cabeza para que el agua recorra mi nuca. Mi mente vuela y la sensación vuelve , tan incontrolable tan paralizante. El miedo.
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