En él comprendí que un Taller de Escritura es una participación colectiva de optometría cerebral, es refinar la escritura con la estructuración orquestada de un inicio, su nudo y desenlace, es afinar la métrica, la rima y la composición con un Vernier literario que evoque la inspiración de los grandes maestros de la literatura y pulir nuestro interior diamante bruto hasta

deslumbrar iridiscente la forma de escribir ampliando nuestro entorno de ficción y encumbrar la cima de nuestros anhelos.

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