Las líneas superpuestas unas sobre otras en la tablilla de arcilla describían, le decía Marduk a su alumno, las leyes que imperaban en el reino de Kish.

Era imprescindible que aprendiera esta novedosa forma, ya que luego tendría que enseñar a más ciudadanos las trazas y reglas que le mostraba.

Un día, querido alumno, todos plasmarán sus pensamientos de esta forma. Comenzamos por las leyes que regulan nuestras vidas y evitan el caos. Luego la poesía de la palabra liberará nuestras almas. Aprende.

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