Esa tarde decidí participar del taller, la poesía muchas veces provoca en mí un efecto catártico y el tiempo que me exprime absurdamente , no me organizo, siempre me falta. El elemento al que debía regalarle mis palabras era “la hamaca” y escribí y escribí y pensé en una hamaca triste por no poder esperar a un niño…….me dio miedo ,si ,estaba transfiriendo el miedo de la panza de mi hija a la idea poética.¡que horror! Rompí la hoja.
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