El destino es Denia, Alicante. Estábamos hasta el coco de tanto viaje desde Burgos, sin parar ni para mear.

La niña lloraba de cansancio.

-Mira, papá, ya estamos a la orillita del mar.

-Hija, primero vamos a ocupar el bungalow que nos ha tocado por el Banco de Bilbao.

-Mira, niña, qué habitación más bonita te ha tocado.

-Mira, mamá, qué callado está el azul mar.

¡Qué bien canta la sirenita ¡

¿La escuchas, mamá, papá?


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