El taller céntrico; ocasión de pasear por mi bella ciudad Sevilla. ¡Con que ilusión acudimos, personas tan variopintas de edad y condición, unidos en una misma pasión.
Intercambiar ideas ¡que interesante! cada uno con su tarea. Y la magistral profesora Irene, con su delicadeza, inteligencia y preparación. Todo corto se hace.
Y más allá, pues aparece la amistad que surge a través de la comunicación, en esas cenas, sin horas, donde fluye lo mejor de las letras y de las palabras compartidas.
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