– Durante todo el curso he escuchado la palabra éxito tantas veces que al salir del aula he sentido mi fracaso.

– Y?

– La escritora profesional me dijo quitarme las gafas.

– ¡Pero si no ves! ¿Cómo se supone vas a escribir?

– Exacto…

– ¿Y qué piensas hacer?

– Seguir jugando el ajedrez con las tejas del tejado, amigo mío. Seguir escribiendo fracasadamente.

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